A Rufino Rodríguez se le rompieron ayer los huevos al llegar a Murias (Candamo), pero eso no le impidió llevarse el bronce. Un imprevisto que retrasó un poco el inicio de la séptima edición del Concurso internacional masculino de tortilla española, decano en Asturias, y en el que participaron ocho hombres, en categoría de adultos, y tres adolescentes, en la edición juvenil. Así inauguran los vecinos las fiestas de San Agustín, que celebrarán hasta mañana, cuando se repartirá el bollo.
Trucos hay muchos para conseguir una buena tortilla, y cada maestrillo tiene su librillo. Así, el segundo clasificado, Óscar Fernández, no corta las patatas, sino que las rompe o "esgaxa". "Fríe mejor la patata y se empapa de más aceite, con el corte limpio no queda tan bien", precisó.
Por su parte, Manuel Ángel González, el ganador del certamen, estima preciso contar con buenos ingredientes, a poder ser caseros, y tener mucha paciencia durante la elaboración. "Hay que ir tranquilo y que la patata esté bien picada, así es como se pueden ver cuando cortas la tortilla y que no quede todo como un puré", comenta. Su participación ininterrumpida en el certamen le ha obligado a pasar más por los fogones de casa: "Ahora ya no puedo decir que no y la verdad que voy haciendo mis cosinas, hay que colaborar".
Durante el concurso hubo mucha competencia, sobre todo entre José Antonio González y Rubén Riesgo, tío y sobrino. "Vengo a hacerle la competencia, somos del pueblo más pequeño de la parroquia y con dos participantes", subrayó Riesgo. Su tío, que lo escuchó a lo lejos, contestó: "Yo soy más tradicional y él más modernista". La tortilla la hizo después de una paella y una parrillada, con las que celebraron las fiestas en la casa familiar.
Más ricas o menos, lo que estaba claro era que el premio a la tortilla más grande se lo iba a llevar José Luis Morán. Cuatro kilos de patatas, dos kilos de cebolla y 22 huevos dan como resultado una tortilla para, al menos, veinte pinchos de ración, precisó durante la cocción. En lo que sí coincidieron todos los concursantes es en el origen de las recetas: todas parte de las madres.
También los jóvenes llevaban la lección bien aprendida de casa. Alejandro Lencero, ganador en categoría juvenil, lleva una semana practicando en casa y el verano pasado, cuando se inició en el concurso, llegó a hacer 32 tortillas como "entrenamiento". La segunda clasificada, Elisa López Gundín, ensayó "un poquitín" porque no cocina a menudo. El tercer clasificado, Armando Díaz, también llegó sin mucha práctica, pero salió airoso con su tortilla de "medalla de bronce".
Murias es la capital de la tortilla en Asturias y pretende que el certamen siga creciendo. Ahora, los vecinos disfrutarán de los festejos. Hoy habrá corderos y cabritos para comer y verbena con "K-Libre" y "Andén 31". Mañana, el bollo sustituirá a las tortillas.
