El chile, un vegetal extendido en México casi como una seña de identidad nacional, también tiene su público en el concejo de Siero. Miguel Pernas y Omar Acevedo, de la finca ecológica Arenal, del alto de Muncó, venden bajo los aleros de la plaza cubierta varios tipos de pimiento picante, cuya temporada más fuerte empieza ahora. Cultivan hasta diez variedades. Ayer traían chiles poblanos y jalapeños.

"Hay que trabajarlos desde primavera, con varias podas y cuidados, y ahora es cuando empiezan a salir", señala Omar Acevedo. Y la temporada durará más o menos hasta principios de noviembre. "Cuanto más tiempo pasa, más picantes se vuelven", explica Miguel Pernas.

Lo cierto es que en el mercado el chile no es su producto estrella. Lo son los tomates, pero también es cierto que el chile "está cada vez más de moda, a la gente le gusta cada vez más el picante". Lo que ocurre es que es un producto caro, en torno a diez euros el kilogramo. "No es algo que se compre por kilos sino por gramos; sobre todo porque aquí la gente no aguanta tanto el picante, y echa poco a la comida, con lo que suelen durar mucho", dice.

Ellos venden a restaurantes mexicanos del entorno, y también a cocineros de restaurante de cierta categoría, "que los valoran mucho para hacer salsas". Ahora, su huerta está en temporada alta. Es cuando más se vende. Y este año esperan que se alargue ligeramente, porque la cosecha llega con cierto retraso.