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El Memorial "Rea" y los aficionados centran ahora la atención

El concepto de la amistad siempre estuvo muy arraigado en un juego popular como los bolos al que la modernidad convirtió en un deporte más, aunque con gran arraigo cultural. Pese a ello, hay quien se empeña en mantener la esencia de una práctica que antes de la llegada de esa disciplina conocida como fútbol era la principal fuente de ocio de los asturianos. Es el caso de los promotores del torneo "Amigos de los Bolos" con el que varias peñas de la región que no aspiran a grandes títulos pretenden estirar la temporada con una liga oficiosa de cuatreada que el pasado fin de semana llegaba a su fin en la bolera de Lieres.

En esta edición tomaron parte un total de ocho peñas, con la única limitación de que en las partidas no podrían participar jugadores de Primera Categoría, abriendo así el abanico a un torneo más abierto entre roscadores de Segunda, Tercera y aficionados. Las peñas participantes fueron las sierenses de Lieres y Casa Cuqui; El Hórreo, de Villaviciosa; Contrueces y Santiago, de Gijón; los lavianeses de Prau La Hueria; los langreanos de Bocamina, y la Peña Priañes, de Oviedo.

Después de dos meses de competición con formato de liga a doble vuelta en las respectivas boleras de los participantes, las peñas Casa Cuqui, de Granda, y Prau La Hueria se citaron en Lieres para vivir todo un homenaje a los bolos primigenios. Para el choque, por los de Siero estuvieron disponibles Miguel y Elías Mier, Emilio Díaz, Tino Fernández, Roberto Cobo y Eloy Ibáñez, mientras que los lavianeses contaron para este día con Javi Orviz, Enrique López, Fidel García, David Coto, Manolo Álvarez y José Luis Cotallo.

El enfrentamiento por el título sorprendió tanto por la calidad como por la emoción. Aunque los de Laviana partían como favoritos, al contar con jugadores a priori de mayor categoría individual, Casa Cuqui llegó a dominar el marcador por un 10 a 7 que parecía muy propicio para decantar la balanza de su parte. Sin embargo, ese momento sirvió de punto de inflexión, pues Prau La Hueria enlazó cinco juegos consecutivos que le situaron con ventaja por 12 a 10, y tras un intercambio de juegos la partida finalizaría por un definitivo 14 a 12 a favor de los de la cuenca del Nalón.

Todo ello ante unos 70 aficionados que poblaron las gradas de la bolera de Lieres, en la que los integrantes de la peña local se encargaron, como siempre, de llevar una organización seria y eficaz en todo momento, incluido en el protocolo a la hora de realizar la entrega de premios, con trofeo conmemorativo incluido par a los campeones.

No obstante, el resultado volvió a ser lo de menos, pues una vez terminada la actividad en el castro, un total de 57 jugadores que tomaron parte de las diferentes fases de la competición se sumaron a una comida de confraternización en la que los bolos estuvieron muy presentes en todas y cada una de las conversaciones.

Una experiencia valorada de manera muy positiva por todas las partes, que se comprometieron a seguir sacando adelante una prueba nacida espontáneamente por iniciativa de varias peñas modestas y que, después de unos años, ya se ha consolidado como un motor importante para evitar que el largo paréntesis entre liga y liga oficial lleve a algunos a olvidarse de la práctica bolística.

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