El gijonés acusado de intentar agredir sexualmente a su exmujer, de la que se separó hace 19 años, negó ayer los hechos durante su declaración en la Audiencia Provincial en Oviedo. La víctima, por su parte, se ratificó en la acusación y los peritos calificaron su testimonio de "veraz y coherente" con la denuncia interpuesta y el relato realizado entonces. El juicio se celebró ayer a puerta cerrada, al rechazar el acusado la posibilidad de llegar a un acuerdo. La Fiscalía mantuvo su petición de 4 años de prisión y cinco de alejamiento, y la acusación particular, ejercida por el abogado, Javier Busto, solicitó cuatro años y seis meses.

Los hechos se remontan a octubre de 2015, cuando el procesado, de 65 años, se presentó en el domicilio de su exmujer y le pidió que le dejara entrar porque se encontraba mal. Una vez en la vivienda, el acusado le pidió mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó, pero le permitió quedarse a dormir en otra habitación.

Al día siguiente, después de comer, ambos conversaron y ella le pidió a él que saliera definitivamente de su vida y que se marchara de la casa. En ese contexto, según la Fiscalía y la acusación particular, el hombre intentó agredirla sexualmente. La mujer consiguió liberarse de él de un empujón y llegar a una habitación en la que se encerró con llave y telefoneó a su hijo, de 38 años, que acudió a la vivienda y puso fin a la situación. Después, acompañó a su madre a poner la denuncia.

La mujer no sufrió lesiones físicas pero sí alteración emocional, conductual y reactiva con secuelas en su vida cotidiana por las que necesita apoyo terapéutico.