El pequeño comercio de Lugones sale a flote. Empresarios, clientes y el sector inmobiliario ven indicios de "recuperación" en los servicios de una localidad que ha tenido que "pelear mucho" para mantener sus puertas abiertas y no ceder ante los gigantes del consumo. Según los empresarios, la receta para ser capaces de capear el temporal y salir indemnes tanto de la crisis como de la proliferación de grandes superficies tiene como ingredientes principales "imaginación, bajos precios y trato personalizado", fórmula que ha servido para fidelizar una clientela que se rinde al comercio lugonense: "No tiene nada que envidiar al de las grandes ciudades".
"La innovación y las ganas de hacer cosas" han sido la base de esta supervivencia, según Ana de Celis, presidenta de la asociación "Centro Comercial Abierto", que agrupa a algo más de una quincena de pequeños empresario de la localidad. "Lo que intentamos es sumarnos a todas las fiestas y actos que hay en el pueblo. Por ejemplo, por las fiestas del Carbayu ponemos motivos asturianos en los escaparates, en Santa Isabel organizamos una ruta de escaparates vivientes... Además, siempre tratamos de colaborar con todas las entidades locales que nos lo piden", destaca la empresaria, convencida de que ésta, y no otra, es la fórmula que puede otorgar el éxito en la calle a los pequeños tenderos.
Prueba de ello es que la clientela no les abandona. "Comprar en Lugones te permite un trato más personalizado y cercano que en cualquier gran superficie. Además, aquí el dinero queda en casa, y eso hace mejorar la economía de todos", destaca Antonia González, quien asegura hacer todas las compras que puede en la localidad.
"Los clientes saben que, si te piden algo concreto, vas a hacer todo lo posible por conseguirlo, como si tienes que abrir o trabajar un domingo. Y saben que eso, en una tienda más grande, no lo tienen", pondera De Celis.
Además, el comercio en Lugones no es un coto cerrado a los negocios tradicionales, sino que también se presta a las nuevas iniciativas. Así lo confirma la dinámica del sector inmobiliario, al alza. "Sobre todo la avenida de Oviedo y la calle Antonio Machado, así como sus alrededores, son muy comerciales y hay mucho movimiento. Aunque en un momento dado haya un bajo vacío, enseguida se le encuentra salida", explica Susana Fernández, de la inmobiliaria Factor Home, quien considera que esta tendencia se mantiene desde hace dos años, aproximadamente. "No se suelen ver locales cerrados. Aunque sea para durar poco, siempre hay negocios", completa De Celis.
Lo que no se ha recuperado, afirma Fernández, son los precios. Y es que, asegura, "si antes un alquiler comercial en esta zona costaba 1.200 euros, hoy no se paga por encima de los 700". Si bien, según constata la asesora inmobiliaria, esta dinámica se rompe cuando nos alejamos del principal eje comercial de Lugones.
"En la avenida de Gijón y otras calles un poco más alejadas, donde también empieza a haber un entorno más industrial, hay menor demanda por parte de los empresarios", explica la experta.
