La estancia de Carlos V en Villaviciosa tras su desembarco en Tazones, en la que fue su primera visita a España, hace quinientos años, tiene desde el pasado jueves un recuerdo tangible en forma de exposición permanente en la misma Casa de los Hevia que dio posada al monarca, donde se han dispuesto vestuario, ajuar y enseres del rey, su cortejo y su época para disfrute del público. Ayer, por unas horas, y en virtud de un acuerdo con Patrimonio Nacional, la muestra se enriqueció con dos piezas excepcionales y "fuertemente simbólicas", en palabras del alcalde maliayés, Alejandro Vega, que salían por primera vez, y como excepción por la visita de los Reyes al concejo, de las sedes de Patrimonio Nacional: la "medalla Victoria augurando un feliz reinado a Carlos I" y la celada de la armadura de Mühlberg (1544). Ambos elementos pudieron ser contemplados por espacio de ocho horas (cuatro por la mañana y cuatro por la tarde), con el complemento de la conferencia que Álvaro Soler, conservador jefe de la Real Armería de Patrimonio Nacional, presentó en la misma sala donde se hallaban expuestas.

Esta efímera muestra y la apertura de la exposición permanente han venido acompañadas por la firma de un convenio entre el Ayuntamiento de Villaviciosa y Liberbank para el desarrollo del programa del V Centenario del Desembarco de Carlos V. La Casa de los Hevia acogerá en los sucesivo nuevas exposiciones temporales, con el fin, según Vega, de "convertirla en recurso cultural y turístico".