El problema del transbordo de pasajeros de las líneas del ferrocarril Oviedo-Infiesto y Gijón-Laviana en El Berrón no se solucionaría habilitando para pasajeros el "bypass" que existe entre ambas y que ahora se utiliza sólo para mercancías. Ésta es la conclusión a la que llegan los representantes de los comités de empresa de Renfe y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que aseguran que la solución, más allá de eliminar el transbordo, pasa por mejorar la correspondencia de ambas líneas de tal manera que los tiempos de espera se reduzcan al mínimo.
Así lo expresó el presidente del comité de empresa del grupo Renfe, Luis Blanco Junquera. "El problema es que las correspondencias no están funcionando muchas veces, por la falta de un material en condiciones y de la infraestructura adecuada; si el material motor funcionara bien, nadie tendría problema en la estación de El Berrón; el problema es que se necesita una modernización urgente, fiabilidad en el material, y que las correspondencias cumplan con los itinerarios y las frecuencias correspondientes".
Blanco Junquera sostiene que este modo de funcionar es el que se puede ver en las líneas de ferrocarril que funcionan bien en cualquier parte, ya sean de cercanías o de metro.
Hacer una línea directa desde la Pola hasta Gijón utilizando el "bypass" no sería recomendable, en primer lugar, porque "Gijón no tiene capacidad para la llegada de más trenes; la entrada de Gijón procedente de Laviana tiene vía única, y en ella entran los trenes de Oviedo Gijón y Laviana-Gijón". La solución viene, de nuevo, por mejorar la frecuencia y que la correspondencia de líneas sea ajustada y eficaz, de tal manera que los pasajeros solo tengan que esperar unos pocos minutos para hacer el transbordo del tren de una línea al de la otra.
Por su parte, el alcalde de Nava, Juan Cañal, en su condición de miembro del comité de empresa de Adif, dijo que el empeño de que haya trenes directos de la Pola a Gijón es un error, en prime lugar "porque no hay esa demanda; no hay suficientes usuarios para que haya trenes con frecuencia de una hora". Hay una demanda de las dos líneas en general, cuyos trazados, combinados con una buena correspondencia, pueden tener muchos usuarios.
Cañal cree, también, que la clave es una buena correspondencia de líneas. "Lo que se tiene que perseguir es que los trenes sean fiables, y que tengan un número de paradas asumibles; da igual que construyas un andén más en El Berrón", opinó.
"Hay que aprovechar el enlace y que los usuarios tengan un tiempo de espera mínimo, que los horarios estén coordinados", concluyó.
Por otra parte, Cañal se mostró en contra de cerrar apeaderos para agilizar las líneas. "No hay por qué cerrar los apeaderos sino adecuar la oferta de paradas a los usuarios que haya. No tienen por qué tener frecuencia cada media hora, no tienen que parar todas las líneas en ellos; con que lo hagan conforme a la demanda, es suficiente", sostuvo Cañal.
En cualquier caso, los apeaderos son tanto un servicio como un modo de conservar usuarios para el ferrocarril.
