Teverga huele a primavera, a las flores y plantas que resurgen tras un duro invierno. Una explosión de colores y olores que ayer disfrutaron turistas y visitantes en la tercera edición del Mercado de las Flores, con motivo del Día de la Madre. Flores naturales y de tela, plantas aromáticas o medicinales, frutales y una suerte de ungüentos y jabones surgidos de la transformación de la materia prima. Una cita que animó el ambiente en San Martín y dejó con buen sabor de boca a los expositores.

"Estupendo, siempre reservamos la fecha porque se da superbién. Hemos vendido casi todo, frutales, plantas y flores, y para el año que viene traeré flor cortada porque me lo está pidiendo la gente", comentó Gloria García, una de las vendedoras del mercado. Los que sí pusieron a la venta flor cortada, y la agotaron, fueron los alumnos del colegio público La Plaza, cuyo objetivo es recaudar fondos para el viaje de estudios que disfrutarán en Ribadesella. Consiguieron llenar con donativos el bote de dinero que emplearán durante el viaje.

En el mercado, los visitantes también disfrutaron de los usos medicinales y aromáticos de flores y plantas. Allí estaba Enrique Flórez, químico jubilado y asentado en Teverga, quien dispuso una serie de plantas medicinales en su puesto, decidido a explicar cómo emplearlas. Por ejemplo, el tusílago es muy bueno para los catarros en infusión, y también es conocido el uso de la cirigüeña para eliminar verrugas, así como es potente contra la artritis en baños de pies y manos, por la mañana y por la noche. "Hay plantas abandonadas que tienen muchos usos, sirven para curar y también para usar en la cocina", afirmó. Allí no faltaron sus licores, hechos de manera artesanal, que dio a probar a los visitantes.

La asociación "Sámara" también vendió todo tipo de ungüentos, jabones y velas aromáticas que realizan con la materia vegetal que encuentran en el concejo, como la caléndula o las ortigas. "La medicina más cercana cura", señaló Azucena Roa. También realizan arte botánico y pusieron a la venta colgantes de madera con flores y plantas naturales prensadas. "Hay que darle importancia a lo que se llama mala hierba porque sirve para la belleza", apuntó Virginia Nieto, miembro de "Sámara".

El Mercado de las Flores también incluyó talleres de elaboración de jabones y flores de tela para los niños, con una exposición de bonsais de árboles autóctonos asturianos que expuso Víctor Manuel Álvarez. Las plantas y flores tomaron Teverga y sirvieron de acicate para un buen domingo entre la hostelería.