Viene de la página anterior
Una opinión similar sostiene Jacinto Villa, presidente de la Asociación de Empresarios del Nalón (ENA), para quien es «difícil» evitar la «promiscuidad de usos» en unos territorios donde el espacio se encuentra tan limitado. En ese sentido, Villa destacó que «la industria es necesaria, porque no se puede basar todo en el sector servicios». Sobre el proyecto de la central de ciclo combinado de Lada, hizo hincapié en que «el energético es uno de los sectores que mueve la economía, junto al financiero y a la construcción».
La empresaria mierense Tinina Prieto Galán considera que «la planificación de las ciudades tiene que hacerse a largo plazo y quizás en las cuencas mineras es lo que ha fallado» y señala que «tal vez los expertos sean los que tienen que llevar a cabo estudios relacionados con este tema. En Figaredo existe un ente idóneo que es el CeCodet (Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial) de la Universidad de Oviedo, ellos pueden decir cómo se tienen que hacer las cosas». Prieto Galán señala que «en las cuencas mineras no puede faltar el trabajo, eso está claro, porque si hay trabajo no hay gente que venga a vivir aquí». «La gente pide calidad de vida y hay que dársela, por eso tal vez los polígonos industriales no deberían ponerse tan cerca de las ciudades, casi en el centro», defendió la industrial mierense.
Por su parte, Ramón Fernández-Rañada, arquitecto especialista en urbanismo y redactor del Plan General de Ordenación Urbana de Laviana, hace hincapié en la importancia de potenciar la calidad de vida y contar con un entorno agradable, ya no sólo desde el punto de vista residencial, sino desde una óptica empresarial. «Tener unos espacios atractivos es fundamental para captar habitantes, pero también para atraer a empresas de nuevas tecnologías, porque se trata de un tipo de firmas que valoran mucho ese facto y a las que les gusta poder enseñar la empresa».
Para Marcelino Tamargo, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales del Valle del Nalón (Acoivan), la solución debe ser «apostar por empresas no contaminantes que cumplan ciertas condiciones». En ese sentido, resaltó que contar con los centros de trabajo en un ámbito próximo «contribuye a captar población, porque no es lo mismo trabajar cerca de casa que hacerlo a 30 kilómetros, tanto en términos de comodidad como de ahorro en los costes de transporte».
