Langreo / Mieres,

P. CASTAÑO

Las centrales térmicas de Asturias registraron el pasado año los niveles de producción eléctrica más bajos de las últimas décadas. La caída de demanda eléctrica por la crisis, la falta de incentivos a la quema del carbón nacional, los vaivenes en el precio de los minerales, el aumento de producción con renovables o las paradas técnicas de las centrales son algunos de los factores que explican el desplome de la generación eléctrica de las centrales de la región.

Según los datos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), a partir de las cifras que aportan las compañías eléctricas, durante el pasado año las centrales térmicas de Asturias (las cinco de carbón y la única de ciclo combinado en funcionamiento) registraron una producción de energía eléctrica de 10.463.204 megavatios/hora. La cifra es notablemente inferior a la del año anterior (12.330.774 megavatios/hora) y muy por debajo de las cifras que se registraron en la última década, en la que la producción se movió entre los 16 y los 20 millones de megavatios/hora. Para encontrar unas cifras similares a las de este año hay que remontarse a 1996, el único ejercicio de las últimas dos décadas en el que la generación térmica se quedó en Asturias en los 10 millones de megavatios/hora.

Una conjunción de factores explica la caída de la producción de las centrales térmicas de la región.

En primer lugar, la caída de demanda eléctrica vinculada a la crisis económica. Según los datos que maneja Red Eléctrica Española, la demanda peninsular de energía eléctrica durante 2009 se situó en los 251.305 gigavatios/hora, lo que supuso una caída del 4,6 por ciento con respecto al año anterior. Fue la primera tasa negativa anual de la serie histórica de los registros de evolución de la demanda eléctrica, que arrancó en 1985.

Por otro lado, la falta de incentivos a la quema del carbón nacional (situación que pretende solventarse con el decreto de restricciones por garantía de suministro cuya aplicación está pendiente del visto bueno de la Comisión Europea) y el vaivén del precio del mineral de importación también han jugado en contra de la producción térmica. Centrales como la de Unión Fenosa en Soto de la Barca, en Tineo, dejaron incluso de recibir carbón nacional ante la cantidad de mineral que tenían almacenado en sus parques por la escasa actividad de las plantas.

Además, las energías renovables cada vez tienen más peso en el mix energético nacional, sobre todo con la instalación de nuevos parques de aerogeneradores. Durante el pasado año y según los datos que maneja Red Eléctrica de España, «por primera vez en la historia la energía eólica superó a la de carbón en cobertura de la demanda eléctrica». La energía producida en los aerogeneradores cubrió el 13 por ciento de la demanda eléctrica nacional, frente al 12 por ciento procedente de las térmicas de carbón. No obstante, a nivel de Asturias el peso del sector eólico aún no es significativo, con una generación el pasado año de 473.351 megavatios/hora frente a los 10.463.204 de las centrales térmicas. También hay que tener en cuanta que el pasado año fue un ejercicio bastante lluvioso, lo que permitió trabajar a pleno rendimiento a las centrales hidráulicas. En Asturias, según los datos que maneja SADEI, se generaron en 2009 un total de 1.824.394 megavatios/hora en las plantas hidroeléctricas, la cifra más alta desde 1996.

Todos esos factores, unidos a otros estructurales, como las penalizaciones por las emisiones de CO2 para cumplir los protocolos medioambientales y a otros puntuales como las paradas técnicas de las centrales termoeléctricas (hay que tener en cuenta que el grupo principal de la central de Iberdrola en Lada estuvo parado durante los primeros cuatro meses del año a causa de las obras de instalación de la nueva planta desulfuradora), explican la fuerte caída de la producción eléctrica en las centrales térmicas asturianas. Además, al ser estas instalaciones los pilares del sistema de generación regional, la producción eléctrica en Asturias se situó en 2009 en el mínimo de los últimos 14 años, con una generación de 13.140.937 megavatios/hora.