Mieres / Langreo, L. M. D.

El secretario general del SOMA-FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, ha reclamado al Gobierno central que elabore «un nuevo plan de energías renovables» que sustituya al actual, que concluye este año. Según el líder del sindicato minero, es preciso «un acuerdo estable a largo plazo» que permita una planificación de las empresas, tanto de las eléctricas que impulsan las energías eólica y solar como de las industrias de bienes de equipo que construyen los componentes necesarios para aprovechar estas energías.

Villa destacó que, si bien España se ha colocado en los últimos años entre las principales potencias en generación eléctrica mediante fuentes renovables, «es necesario un nuevo marco estable» que sustituya al actual. Esta nueva normativa debería excluir la posibilidad de «aplicar de forma retroactiva» el recorte de primas a la producción con energías renovables. El SOMA indicó que las ayudas a estas energías en 2009 superaron los 6.000 millones de euros -el triple que al carbón nacional-, cuando la previsión de gasto era de 4.000 millones. Hace falta, por tanto, «un nuevo marco», explicó Fernández Villa, que excluya la posibilidad de devolver las primas ya aportadas, porque, si no, «afectaría de forma negativa a la producción eólica, pero sobre todo a la solar fotovoltaica y la termoeléctrica».

La posibilidad de aplicar la retroactividad en las ayudas -devolver primas, en dos palabras- afectaría de forma notable a las compañías eléctricas, pero también a las empresas de bienes de equipo, «que vienen realizando fuertes inversiones y que ya están sufriendo una caída de la actividad y almacenan stocks por encima de sus posibilidades». El líder del SOMA alertó de que «la carga de trabajo en empresas fabricantes» de componentes para aerogeneradores «se ha visto mermada drásticamente y no se solucionará a corto plazo» porque el fin de la actual normativa y la posible entrada en vigor de una más restrictiva «reduce el ritmo de potencia eólica a instalar en los próximos dos años». De esta forma, la regulación de las energías renovables «no tendría sólo consecuencias para este sector», sino para otras compañías industriales relacionadas con estas energías. «Es una cuestión que podría afectar a la actividad económica y al empleo en firmas radicadas en Asturias, como Rioglass Solar I y II o Saint-Gobain, e incluso poner en peligro nuevas iniciativas que se pretenden asentar» en la región.

Por estos motivos, desde el SOMA-FIA-UGT se reclama al Gobierno que «defina un modelo energético estable», evitando que «lo que es una inversión industrial se convierta en un producto financiero» con el que se pueda especular en el mercado. Así «se despejaría cualquier tipo de incertidumbre en un sector que necesita seguridad en la financiación de sus inversiones para continuar su desarrollo tecnológico». Desde hace tiempo, en el sindicato minero se viene apostando, además de por el carbón, por el impulso de las energías renovables como método para reducir la dependencia energética de España.