Mieres del Camino,

Eva DÍAZ

El deporte no tiene fecha de caducidad, y así lo ha demostrado el nadador vocacional Valeriano Orgaz, «Valín», que continúa cosechando éxitos en su carrera deportiva. Su último logro ha sido proclamarse campeón de España master para veteranos en las modalidades de 50, 100 y 200 braza.

Consiguió su primer triunfo a la edad de 13 años, convirtiéndose en campeón bracista absoluto. Desde entonces no ha parado. Su trayectoria muestra la consolidación y la madurez de este nadador consagrado tanto dentro como fuera del Principado. Inició su carrera deportiva como una afición, siendo un niño en el club deportivo Manuel Llaneza.

Tras 20 años alejado de la piscina, decidió volver a la competición en la categoría master en el año 2000, acaparando premios y manteniendo la misma ilusión que el primer día. Esta nueva oportunidad en el mundo deportivo le ha dado la posibilidad de competir en campeonatos mundiales y de conocer a sus grandes mitos. «En estas competiciones conoces a otros nadadores, muchos de ellos deportistas profesionales que admirabas cuando eras un crío» afirmaba Valín.

Recientemente fue recompensado con el galardón «A la trayectoria deportiva», en la segunda Gala del deporte de Mieres. Un reconocimiento entre sus paisanos que pone el broche de oro a todo un largo recorrido.

Tras su participación en el Campeonato de España master, celebrado en Badajoz la pasada semana, se plantea una posible retirada. «Ya no tengo la misma motivación que antes cuando era un chavalillo, la capacidad de sufrimiento ya no es la misma», aseguraba.

En esta última competición, se ha proclamado como campeón absoluto en braza «Creí que el calor me iba a derretir, te tirabas a la prueba cansado, pero a merecido la pena». A pesar de que la natación es un deporte minoritario Valín reconoce que es «muy sacrificado y con pocas ayudas».

Sin embargo su afición por este deporte le impide abandonarlo definitivamente y cómo anécdotra recordaba a la ya fallecida La Bernarda, que con 98 años «seguía practicando la natación sin ningún tipo de complejos».

Entre todos sus trofeos y medallas recuerda con especial cariño la conseguida en el Mundial de Nueva Zelanda, donde logró el séptimo puesto. «La medalla la guardo como oro en paño, la tengo enmarcada», dice entre risas.

Tras diez años bajo el agua Valín se ha ganado un merecido descanso... hasta la próxima competición.