Finalizado el año 2010. Situación del Campus de Mieres: estática total. En primer lugar: el deseo de olvidar el año 2010, cuyo valor numérico predeterminaba a que fuera un buen año, a la par que el año nuevo 2011 borre, sistemáticamente, todos o casi todos los graves problemas -de uno de los cuales trataremos- que estamos padeciendo.

El escrito, como su título indica, trata, por enésima vez, del campus de Mieres, el cual, una vez finalizadas las obras de los edificios complementarios, alguna de ellas hace más de dos años, sigue sin brillar completa y adecuadamente; es decir, sigue funcionando a un cuarto de gas. El caso es que casi todos los meses nos anuncian buenas nuevas sobre el proyecto, cuantificando en euros las mismas: se van a ampliar los laboratorios, se van a dotar de más equipamientos, se van a implantar nuevas titulaciones, se van a impartir los itinerarios para optar al título de Grado, se van a abrir los espacios deportivos, se van a abrir el edificio de investigación y la residencia de estudiantes, etc. Realmente ¿cuándo?

La Plataforma pro-Ampliación del Campus de Mieres piensa que lo que realmente va a suceder es que se van a cabrear los ciudadanos de las Cuencas y, en particular, los de la Cuenca del Caudal con el consabido estribillo «se van»; cuando lo que realmente queremos los vecinos de las Cuencas es que «no se vayan los euros comprometidos en 1997» para este proyecto, y que «vuelvan» y los gasten, bueno, los inviertan adecuadamente para finalizar éste emblemático proyecto que tanta ilusión trajo hace ya trece años a la mayoría de nuestros conciudadanos y que ayer y hoy, estamos comprobando que se diluye en páginas y más páginas de periódicos, en las que los representes políticos, sindicales y universitarios, exponen, unos, sus peticiones de que se haga esto o lo otro en el campus de Mieres, mientras que otros responden que para el próximo mes o meses o años, se hará tal cosa y/o la siguiente; en este momento me viene a la memoria, ya gastada, el dicho que figuraba en algunos establecimientos públicos: «hoy no se fía, mañana sí». También me vienen a la memoria dos acepciones del verbo fiar, una económica y la otra no económica, creo que ya me habrán entendido.

La última noticia que circula en el campus es que a final de mes se abrirá lo que permanece cerrado y que en la penúltima noticia se iba a abrir a principios de enero; para acabar de rematarla, se aplaza un par de meses el inicio de los estudios de la docencia de los itinerarios (permitirán obtener, una vez realizados, el título de grado) a los ingresados de las Ingenierías Técnicas (Forestal, Minera y Topográfica).

Resumiendo: esperamos se completen los equipamientos de los laboratorios; esperamos se implanten las nuevas titulaciones; esperamos se abran los espacios deportivos, esperamos se abra el edificio de investigación; esperamos se abra la residencia de estudiantes, y esperamos que si los cargos actuales autonómicos, municipales y/o universitarios no han sido capaces de llevar a buen termino el proyecto de ampliación del campus de Mieres por las razones que sean (incapacidad, desidia, falta de inversiones, etc.), los posibles nuevos cargos se comprometan ante sus potenciales electores y antes de las próximas elecciones, a finalizar de forma adecuada el proyecto, dotándole de los contenidos y equipamientos necesarios para que realmente sea un «proyecto estrella». Abogamos, también, como lo venimos haciendo desde hace años porque se lleve a cabo una auditoría y se ponga sobre la mesa lo ya gastado, lo que falta por invertir y lo que se estime oportuno para aclarar el entorno económico de este proyecto, por el cual han mostrado un especial interés los sindicatos mineros y el Instituto para la Reactivación de las Cuencas Mineras.