Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias aprobó la pasada semana el primer plan rector de uso y gestión (PRUG) del parque natural de Las Ubiñas-La Mesa, que en breve entrará en vigor. Este documento, cuya gestación se ha prolongado por espacio de más de tres años, establece por primera vez en la zona limitaciones de paso para turistas.

Teniendo en cuenta las características del territorio del parque, tanto en lo que se refiere a sus aspectos ambientales como a las actividades que se desarrollan en el mismo, en el plan se establecen zonas de uso general, zonas de uso agropecuario, zonas de alta montaña y zonas de uso restringido especial. En estas últimas, salpicadas por todo el espacio protegido, se restringe cualquier actividad diferente a la agraria tradicional con el fin de evitar el deterioro de los ecosistemas.

El uso turístico no está permitido en esas áreas especiales y en concordancia con ello tampoco «el acceso a los terrenos así definidos por parte de cualquier personas ajena a los usos agropecuarios tradicionales, a las necesidades de vigilancia y gestión del parque, o a la atención y reparación de las infraestructuras ya existentes», señala el plan rector. Sin embargo, a renglón seguido, apunta que la administración del parque podrá definir rutas o senderos ya existentes que atraviesen la zona de uso restringido y permitan el desarrollo de actividades de educación ambiental y recreativas compatibles con el medio como el senderismo. No obstante, el tránsito de personas por esas rutas se limitará al camino existente, sin poder abandonarlo en ningún momento. «Asimismo la Administración del parque podrá determinar la prohibición de acceso por las rutas cuando se puedan producir molestias a especies de fauna amenazada de forma permanente o en los periodos del año que se estime oportuno».

El borrador del plan rector de uso y gestión del parque de las Ubiñas se presentó en febrero de 2008, abriéndose el plazo para la presentación de alegaciones. Tras dar respuesta a las reclamaciones planteadas por vecinos, asociaciones ecologistas y la Federación de Montaña del Principado, entre otros, el documento tuvo que modificarse al ser necesario actualizar la memoria económica del mismo, ya que con el paso del tiempo se había quedado desfasada. Finalmente, el Principado lo aprobó la semana pasada. De esta forma, la dirección del parque dispone ya de una herramienta esencial para gestionar un enclave natural que se extiende por Lena, Teverga y Quirós.

El documento, además de zonificar el territorio según sus usos y valor ambiental, plasma los objetivos de conservación, regula las actividades agrarias, forestales, de caza y pesca, turísticas e industriales, así como las infraestructuras, los equipamientos, el uso público y las actividades de educación e investigación. El plan rector está acompañado por el plan de desarrollo sostenible (PDS), en el que se recogen las acciones para relanzar la economía de la zona sin menoscabo de los valores ambientales.

El documento que rige la gestión del parque establece que están permitidas actividades como el montañismo, los paseos a caballo o las rutas en bicicleta, por poner varios ejemplos. Ahora bien, a lo largo de la superficie que abarca este enclave protegido hay infinidad de espacios en los que dichas actividades se realizarán sólo en los itinerarios especialmente acondicionados y debidamente señalizados al efecto y que formen parte de la red de rutas: «Los visitantes no podrán abandonar el itinerario señalizado más que cuando dispusieran de autorización expresa por escrito de la administración del parque», advierte el documento. Se refiere a las zonas de uso restringido especial.

La obligatoriedad de seguir rutas establecidas puede generar confusiones en La Ubiñas, ya que están sin señalizar las sendas de montaña que vertebran este espacio. La dirección del parque natural anunció hace algo más de un año el desarrollo de un proyecto para establecer, y posteriormente señalizar, más de una treintena rutas senderistas. La iniciativa fue muy bien acogida por los senderistas, ya que estos montes son muy concurridos, al ofrecer un entorno de alta montaña al que se puede acceder en menos de una hora por carretera desde cualquier punto del centro de la región. Pasados los meses, el proyecto se ha visto seriamente recortado. El motivo es simple, no se ha logrado financiación.

En el plan rector se incluyen dos espacios con la calificación de monumentos naturales. Se trata de Los Puertos de Marabio y Cueva Huerta, ambos localizados en el concejo de Teverga. Asimismo la ordenación del parque no define a priori ningún espacio calificado como zona de reserva ecológica, lo que impediría cualquier tránsito.

El plan rector establece también líneas de actuación prioritarias. En lo que se refiere a la preservación del patrimonio cultural, destacan principalmente los yacimientos arqueológicos, prehistóricos o ligados al poblamiento prerromano y la posterior ocupación romana, así como importantes vías históricas de comunicación, y los elementos de valor etnográfico, conjuntos de hórreos y paneras y brañas de teito, más escasas pero similares a las del vecino parque natural de Somiedo. En este sentido, el plan rector plantea seguir avanzando en las investigaciones vinculadas al asentamiento romano y las fortificaciones visigodas de La Carisa.

Otro de los aspectos que regula en plan es la actividad cinegética. El documento respeta la actividad en los actuales cotos, aunque fija líneas de actuación. «Es necesario garantizar que la actividad se desarrolle de forma sostenible, evitando una presión de caza que ponga en peligro la conservación de las especies cinegéticas», señala el plan. En el ámbito del parque hay catalogadas especies en peligro de extinción como el oso y el urogallo; especies sensibles a la alteración del hábitat como el pico mediano; especies vulnerables como el águila real, la rana de San Antón y la rana verde; y de interés especial como el alimoche, el halcón peregrino, la nutria y el murciélago de cueva. En cuanto a las especies expuestas a la práctica cinegética, podrán cazarse ciervos, venados, rebecos, zorros, arceas, perdices y liebres.