Mieres / Langreo,

D. MONTAÑÉS

El paulatino cierre de pozos mineros ha alterado en los últimos años el mapa de las bolsas de empleo en los concejos mineros. Hunosa ha dejado de ser el gran referente laboral y, de hecho, la minería ya no ostenta la máxima representación dentro de las actividades profesionales. La sanidad acaba de desbancar a la empresa hullera como el mayor contratador del territorio. En estos momentos, los hospitales Álvarez-Buylla de Mieres y Valle del Nalón, junto con los consultorios y ambulatorios que están repartidos por las comarcas del Caudal y del Nalón, suman un total de 2.048 empleos. Esta cifra supera, aunque por muy poco, el número de trabajadores que Hunosa tiene en activo según los últimos recuentos: 2.042. Un empate técnico impensable hace dos décadas, cuando la compañía que ahora dirige Juan Ramón García Secades operaba aún con una plantilla de casi 20.000 trabajadores. Además, hay que tener en cuenta que los 2.048 empleos sanitarios responden únicamente a personal fijo, excluyendo los contratos eventuales. Soportar esta enorme infraestructura humana conlleva un gasto anual, sólo en personal, que ronda los 70 millones de euros en las Cuencas.

Las cifras de empleo que genera la actividad sanitaria en los valles mineros resultan al menos sorprendentes cuando se analizan de manera pormenorizada. El Hospital Valle de Nalón tiene actualmente una plantilla de 847 trabajadores. De ellos, 170 son médicos o asimilados y otros 434 responden a contratos de enfermería. El personal no sanitarios que forma parque de la plantilla es de 237 empleados. Por su parte, el Álvarez-Buylla de Mieres tiene un volumen de personal algo más reducido, con 693 trabajadores, de los que 155 están cubiertos por facultativos. Si a esta cifra se suma el personal interino que pasa anualmente por el equipamiento de Murias, el balance superaría los 800 empleos. De esta forma, el hospital del área sanitaria que Mieres comparte con Aller y con Lena casi dobla en cifras de empleo a la hullera pública Hunosa , ya que, tras el cierre del pozo Figaredo, son apenas 470 los trabajadores que componen la plantilla de la empresa en el concejo, repartidos entre Nicolasa (320), lavadero de El Batán (90), la térmica de La Pereda (40), economatos y servicios comunes.

La bolsa de trabajo que genera en las Cuencas la actividad sanitaria se completa con las plantillas adscritas a consultorio y centros médicos. En la comarca del Caudal, los recursos humanos que atienden estos equipamientos asciende a 226 profesionales. Se trata de 81 facultativos, 86 sanitarios y 55 trabajadores repartidos en el resto de responsabilidades. Además, hay que sumar 4 puestos directivos. En total, 226 profesionales. Estos equipos atendieron en 2010 un total de 370.689 consultas.

En lo referente a la comarca del Nalón, las cifras a nivel de los equipamientos adscritos al área sanitaria VIII, al igual que sucede con la actividad hospitalaria, son algo mayores que en el Caudal. Actualmente, tienen plaza fija en los centros de salud y consultorios un total de 95 médicos, 89 sanitarios y 73 profesionales no sanitarios. También hay un equipo directivo compuesto por cuatro personas. En resumen, 282 contratos para atender a la población del valle.

El plan de empresa 2006-2010 concluyó el pasado 31 de diciembre con una plantilla de 2.042 trabajadores en la nómina de Hunosa. De esta forma, la sanidad ha rebasado a la minería en lo que a cobertura laboral se refiere en las Cuencas. Además, hay que tener en cuenta que no todos los empleos de la hullera están en los valles mineros ya que la sede central de la compañía, por ejemplo, está en Oviedo. De esta forma, la sanidad, además del dar un servicio público, es en estos momentos un soporte económico de primer orden en el territorio, donde se contabilizaron durante el pasado mes de mayo 13.619 parados, 208 menos de los registrados en abril y 477 más que hace un año.