Mieres / Langreo, J. VIVAS

La Universidad Popular de la Fundación de las Comarcas Mineras (Fucomi) ha arrancado su decimotercera edición con más de 900 matriculaciones. Un número algo inferior al de temporadas anteriores, que rozaban el millar de alumnos, pero que dan cuenta de la buena salud de este programa.

El gerente de Fucomi, Jorge Suárez, mostró su satisfacción por los buenos resultados de la Universidad Popular, «que se mantiene en cifras similares a las anteriores ediciones a pesar de la crisis». Además, dio cuenta del alto porcentaje de cursos en marcha. «Ofertábamos casi noventa talleres y se ha cubierto la matricula en la mayoría de ellos», resaltó. La Universidad Popular se imparte en catorce municipios de las comarcas mineras, en su mayoría presenciales y seis de ellos a distancia. Los clásicos, como talla de madera, pilates, manualidades, restauración de muebles o inglés, siguen siendo los más demandados por los usuarios, tal y como aseguró Suárez. Una oferta que Fucomi complementa cada año con novedosos seminarios de gastronomía, artes e, incluso, escanciado de sidra.

La Universidad Popular se desarrolla en instalaciones que los centros educativos y asociaciones ponen a disposición de la Fundación de las Comarcas Mineras. Estos talleres están localizados en los concejos de Mieres, Langreo, Aller, Morcín, Riosa, Laviana, Caso, Sobrescobio, San Martín del Rey Aurelio, Ribera de Arriba, Teverga, Quirós y Siero. Lena es el único municipio que no está incluido este año en los cursos de Fucomi por decisión del propio Ayuntamiento.

El perfil del usuario de los cursos de la Universidad Popular es mayoritariamente femenino. El 60% de sus alumnos son mujeres. Además, la mayor parte de los usuarios, el 45% son mayores de 50 años. El intervalo de 35 a 40 años supone un 40% de los estudiantes, mientras que sólo el 16% corresponde a aquellos usuarios entre 16 y 35 años. Por otro lado, los cursos de la Universidad Popular no son, en principio, una herramienta para la búsqueda de empleo y sí como alternativa de ocio. Así lo demuestra el que el 40% de sus asistentes sean personas activas, frente un 25% de desempleados.

Fucomi lleva siete años ofertando la Universidad Popular, mostrándose con una iniciativa más que consolidada en las comarcas mineras. El proyecto, con el soporte de Cajastur, ha mantenido cifras similares de matriculación casi desde sus inicios, algo de lo que se vanagloria Jorge Fernández, quien ha destacado también que «son muchos los alumnos que deciden repetir en posteriores ediciones, ya sea en niveles más avanzados o con otros cursos».