Quienes añoran y viven las nostalgias del pasado con engaños y mentiras nos quieren hacer ver con un ejercicio de cinismo político que sus proyectos de reformas son los idóneos para «librarnos» de la grave crisis que estamos sufriendo y augurándonos que nos crearan una situación de mejoras sociales, laborales y de prosperidad económica.

Con ese ejercicio de cinismo político por parte del PP, en cierta medida, logró uno de sus ambiciosos objetivos: llegar a la Moncloa, pero, claro esta, no para librarnos de la crisis, sino, al contrario, para quitarnos derechos que las fuerzas del trabajo y el progreso lograron instaurar con grandes sacrificios. Sacrificios que han soportado un gran abanico de fuerzas políticas, sindicales y sociales: trabajadores, estudiantes e intelectuales; también los movimientos cristianos (de la JOC y de la HOAC) que estaban inspirados en las Encíclicas Sociales de los Papas desde León XIII hasta Pablo VI y de las enseñanzas del Concilio Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII denunciando, entre otras muchas cosas, las injusticias económicas y sociales que el pueblo español estaba padeciendo.

A mi entender, el Partido Popular, que en su último Congreso se proclamo como un partido inspirado en el «Cristianismo Humanista», parece ser, que mal interpretan los principios humanistas del cristianismo a la vista de las drásticas medidas que están aplicando en perjuicio de las clases mas desfavorecidas (trabajadores/as asalariados, trabajadores/as autónomos, trabajadores/as de la sanidad y enseñanza publica) y por lo contrario, beneficiando con especiales privilegios a los grandes empresarios y banqueros, inyectándoles, miles y miles de millones de euros.

Al señor Rajoy y su equipo de gobierno, le recordare lo que Juan XXIII expresaba en la Encíclica Mater et Magistra (Madre y Maestra) publicada en mayo de 1961, «Criterios de justicia y de equidad»:

«Una profunda amargura embarga Nuestro animo ante el espectáculo inmensamente triste de innumerables trabajadores de muchas naciones y de enteros continentes, a los cuales se les da un salario que les somete a ellos y a sus familias a condiciones de vida infrahumana».

«?no raras veces se echa de ver que mientras se fijan compensaciones altas o altísimas por prestaciones de poco esfuerzo o de valor discutible, corresponden contribuciones demasiado bajas, insuficientes, al trabajo asiduo y provechoso de categorías enteras de ciudadanos honrados y trabajadores?».

«?Por eso creemos que el deber Nuestro afirmar una vez mas que el mismo modo que la retribución del trabajo no se puede abandonar enteramente a la ley del mercado, así tampoco se puede fijar arbitrariamente, sino que ha de determinarse conforme a justicia y equidad. Esto exige que a los trabajadores les corresponda una retribución tal que les permita un nivel de vida verdaderamente humano y hacer frente con dignidad a sus responsabilidades familiares?».

El señor Rajoy y su equipo de gobierno también deberían recordar lo dicho por León XIII: «Es verdad incuestionable que la riqueza nacional proviene no de otra cosa que del trabajo de los obreros» (Rerum Novarum, 27). Esta Encíclica de León XIII por la experiencia de largo tiempo ha demostrado ser la Carta Magna que necesariamente debe tomar como base toda la actividad cristiana en materia social. Ustedes, señor Rajoy, la Doctrina Social de la Iglesia la incumplen constantemente, permitiendo, por una parte, que la clase patronal oprima a los trabajadores/as con el aval de la Reforma Laboral que ustedes han impuesto y por otra, con cargas injustas, imponiéndoles condiciones ofensivas para la persona y dignidad humana.

¿Es justicia y equidad, a la luz de la doctrina cristiana legislar una Reforma Laboral para someter a los trabajadores/as y a sus familias a unas condiciones de vida de angustia y precariedad mientras a defraudadores de impuestos les quieren perdonar el delito cometido (evasión de capitales -dinero de todos los españoles-) para rescatar el diez por ciento del botín que los piratas y corsarios depositaron en los paraísos fiscales?

¿No sería mas justo y equitativo ante la ley, el perseguir a quienes han defraudado a la Hacienda Publica y aplicarles la ley para que devuelvan el dinero que han evadido y someterles al cumplimiento de la condena que les corresponda?

¿Es justicia y equidad, señor Rajoy, que mientras el paro se incrementa, la desesperación por la inseguridad económica y familiar aparece en muchos hogares, algunos conciudadanos al borde de situaciones insoportables, algunas veces, llegan al suicidio (días pasados los medios de comunicación hacían eco de estas noticias) y ustedes, supuestamente, impasibles ante tales hechos, hacen una Reforma Laboral y una reestructuración en las administraciones publicas que dejan mucho que desear. Unos presupuestos que privan a muchas comunidades autonomas de cumplir sus proyectos de infraestructuras y de reindustrialización que permitan la creación de empleo, pero, contrariamente a la Doctrina Social de la Iglesia (en la que se tienen que inspirar, quienes se proclaman, y se fundamentan en el Cristianismo Humanista, como ustedes han proclamado en su ultimo Congreso) el señor Rajoy y su equipo de gobierno dando un gran ejemplo de «honradez» y «honestidad» aplican unas medidas de ajustes para sacarnos de la grave crisis que estamos padeciendo, y para ello, supuestamente, empiezan «enchufando» a los familiares (hermanos, hijos, esposos y cuñados) de líderes populares colocados en empresas públicas o en puestos dependientes del Gobierno de libre designación:

-José Miguel Martínez Presidente de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) dependiente del Ministerio de Hacienda.Concuñado de Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda del PP.

Ricardo Cospedal García. Hermano de María Dolores de Cospedal, Secretaria General del PP y Presidenta de Castilla La Mancha.

Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, hijo de Esperanza Aguirre Presidenta de la Comunidad de Madrid por el PP.

Iván de la Rosa, marido de Soraya Sáenz de Santa-María. Vicepresidenta del Gobierno del PP.

Y etc., etc., etc., que ustedes podrán ojear en algunos BOE y medios de comunicación que han sido publicados.

Señor Rajoy, ¿también es culpabilidad del señor Zapatero y de su gobierno los privilegios que ustedes les están adjudicando a hermanos, hijos, esposos y cuñados de los mandatarios del PP?

Después de todo lo que han dicho y prometido en campaña electoral y las drásticas medidas que están ejecutando, ¿a quiénes quieren ustedes engañar, autoproclamándose un partido inspirado en el Cristianismo Humanista? ¿Para esto querían ustedes gobernar?