Mieres del Camino,

J. VIVAS

Aucalsa, la empresa concesionaria de la autopista del Huerna, ha aplazado su plan para modernizar los túneles de la vía y reforzar su seguridad. La compañía estaba tramitando las obras de adecuación, que tenían un coste millonario e incluían nuevos túneles para vehículos de emergencias, pero ha decidido frenar el proyecto a la espera de que el Gobierno fije una nueva normativa de seguridad en pasos subterráneos.

Según señalaron fuentes de Aucalsa, el nuevo plazo de adaptación se podría alargar hasta 2019. Hasta ahora se manejaba el horizonte de 2014, un plazo que hacía impensable que la empresa pudiera llegar a tiempo para cumplir el requisito, puesto que el proyecto de adaptación de los túneles lleva más de tres años atascado en el Ministerio de Medio Ambiente.

La normativa de seguridad vigente procede de una directiva de la UE acordada tras el dramático accidente ocurrido en 1999 en el túnel del Mont Blanc, en los Alpes, en el que fallecieron 39 personas. Sin embargo, desde Aucalsa apuntaron que el Gobierno español está preparando una nueva norma, que se desconocen las características de esa disposición y que lo único que ha trascendido es que dilatarán los plazos para permitir la adaptación de los túneles. Fuentes de Aucalsa aseguraron estar «a la espera» de que el Gobierno dé a conocer la norma para hacer las correspondientes modificaciones sobre el proyecto que manejaba.

El plan que tenía la empresa concesionaria de la autopista del Huerna era actuar en los catorce túneles que tiene el trazado de montaña Campomanes-Onzonilla, que suman una longitud total de 16,9 kilómetros. El proyecto, revisado por la consultora Tekia Ingenieros, conllevaba la ejecución de nuevos tramos subterráneos con capacidad para la circulación de vehículos en los túneles más largos. Esto sucedería en el paso del Negrón, de más de cuatro kilómetros. Aquí estaba previsto que se conectaran los dos tubos y que entre ellos se habilitara un área de emergencia que permitiera el acceso independiente de los servicios de urgencias en caso de accidente, como bomberos y sanitarios. Además de las interconexiones entre los tubos, el proyecto también tenía en cuenta la reforma y mejora de los sistemas antiincendios, sistemas de cámaras, lectores de monóxido de carbono y opacidad, conductos de ventilación y la señalización, entre otras medidas.

Las obras eran de tal envergadura que precisaban de evaluación de impacto ambiental. Aucalsa puso en marcha los trámites ambientales en diciembre de 2008, pero de momento no hay resolución y el proceso está interrumpido al reclamar el Ministerio de Medio Ambiente subsanaciones en la documentación inicial.

No obstante, el retraso en la tramitación ambiental del proyecto no ha impedido que la empresa concesionaria de la autopista astur-leonesa haya realizado algunas mejoras en los túneles. De hecho, la compañía concesionaria aseguró que se están terminando las labores de instalación de fibra óptica en todos los pasos subterráneos de la autopista. También se ha actuado en las estaciones de control, modernizándolas. Estas iniciativas, tal y como señalaron fuentes de Aucalsa, servirán para mejorar la seguridad en esta infraestructura que es la principal conexión por carretera entre Asturias y León.

La siniestralidad en los túneles de las carreteras españolas durante los últimos años ha descendido al mismo tiempo que se han reforzado las medidas de seguridad en los pasos subtarráneos. El doctor en Ingeniería de Minas Felipe González Coto, que ofreció hace unos días una conferencia en el campus universitario de Mieres sobre la prevención y control del fuego en las obras subterráneas, rememoró el grave accidente del Mont Blanc, pero también destacó que en España, «no hay ejemplos tan llamativos. De hecho, en los últimos años no hubo importantes incendios con fallecidos debido al énfasis que se ha puesto en los estudios y en las medidas de extinción».

Sin embargo, la seguridad de algunos de los túneles de Huerna sí se ha puesto en tela de juicio. Este es el caso del paso subterráneo de Pando, de 1,4 kilómetros, que no superó un estudio de seguridad realizado por Euro TAP (Programa Europeo de Evaluación de Túneles) en 2008.