Mieres / Langreo,

Pablo CASTAÑO

El nuevo curso está a punto de arrancar en los institutos y universidades y la Fundación para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón, dependiente del Ministerio de Industria, aún no ha abierto la convocatoria de las conocidas como «becas mineras» ni tiene fijada fecha para hacerlo. Los sindicatos mineros temen que el Gobierno elimine estas ayudas al estudio, acordadas dentro del plan de la minería, sobre todo después de escuchar las críticas del PP a la gestión de estas becas durante los últimos meses a raíz de un informe del Tribunal de Cuentas.

En años anteriores, la Fundación para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón abría la convocatoria de ayudas para estudios de Bachillerato, FP y Universidad en el mes de agosto y el plazo de presentación de solicitudes finalizaba a principios de octubre. Este año la convocatoria aún no se ha abierto y desde la Fundación afirman que de momento no tienen orden para hacerlo. Las becas mineras están en el aire.

Los presupuestos generales de 2012 (que incluyeron un fuerte recorte en el plan de la minería que desencadenó un huelga indefinida de dos meses en el sector del carbón) contemplan sólo dos millones de euros para el capítulo de formación del plan de la minería frente a los 25 millones de 2011. Con esa partida, la continuidad de los programas de becas y ayudas para cursos ya estaba en entredicho y los sindicatos mineros comenzaron a destacar que «la formación es uno de los pilares fundamentales, junto con las infraestructuras y los proyectos empresariales, sobre las que se articula el Plan del Carbón 2006-2012 y, por lo tanto, un capítulo irrenunciable».

Durante este verano, se hizo público un informe del Tribunal de Cuentas que ponía al descubierto varias deficiencias en la gestión de los fondos mineros de formación, que abarcan desde la falta de control sobre el seguimiento y los objetivos de esas ayudas hasta el cuestionamiento de algunos criterios de valoración para la adjudicación de los cursos de formación y becas. El reparto del dinero estaba bajo sospecha y dirigentes del PP de Asturias comenzaron a tachar de «despilfarro sin control» la concesión irregular de becas mineras. Ante esas declaraciones, los sindicatos SOMA-FITAG-UGT y Federación de Industria de CC OO salieron en defensa de la gestión de las becas, «cuyos criterios fueron acordados por el Gobierno de Aznar» y afirmaron que lo que pretendía el PP era eliminar las becas.

De momento, para este año no hay convocatoria ni fecha fijada. En 2011, la fundación dependiente de Industria que gestiona las becas mineras, recibió la cifra más alta de solicitudes desde que se puso en marcha el programa en 1998. Un total de 13.617 estudiantes de las comarcas mineras solicitaron ayudas del plan del carbón, pero la oferta era de un total de 4.600 becas (2.800 del tipo A, destinadas a la realización de estudios de bachillerato y formación profesional reglada en España y 1.800 de tipo B para estudios universitarios). Por lo tanto, por cada beca había casi tres peticiones de estudiantes de las comarcas mineras. La alta demanda de estas ayudas explica que año tras año el dinero presupuestado se ejecute al 100%. Según un informe de la actividad del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras realizado por la oficina presupuestaria del Ministerio de Industria, en las anualidades comprendidas entre 2007 y 2011 se gastó todo el dinero de fondos mineros presupuestado para formación. Con los recortes por la crisis fue menguando la partida, pero el grado se ejecución se mantuvo en el 100%. Tanto en 2007 como en 2008 el Instituto para Reestructuración de la Minería del Carbón dispuso de un crédito de 60 millones de euros para formación en las comarcas mineras y las obligaciones de pago ascendieron hasta esa cantidad. Se gastó todo. A partir de ahí, con la crisis, comenzaron los recortes y se mantuvo el grado total de ejecución. En 2009 el crédito fue de 44 millones, en 2010 de 30 millones y en 2011 de 25 millones, cantidades que se corresponden con las obligaciones de pago reconocidas.

En 2011, el grado de ejecución del 100% en el capítulo de formación contrasta con el 17,4% registrado en el de proyectos empresariales (que disponían de un crédito de 169 millones y se gastaron 29), el de 32,6% en proyectos de infraestructuras (un crédito de 338 millones y un gasto de 110 millones) y del 73,6 para ayudas a empresas mineras (un crédito 309 millones y un gasto de 227 millones).

Todo el dinero presupuestado en formación y cuya gestión está ahora en entredicho se gastó principalmente en becas (de cuatro tipos: las "A" para estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional; las "B" para estudiantes universitarios; las "C" para enseñanzas universitarias en países de la Unión Europea que no fueran España, y las becas de idiomas), pero también en convenios con empresas para desarrollar acciones de formación de desempleados con compromisos de contratación y en las denominadas ayudas Formic, una línea de subvenciones destinada a entidades para financiar los costes de organización de cursos de capacitación para desempleados.