Langreo,

J. A.VEGA

Coincidiendo con el Día mundial del alzheimer, la Casa de Cultura de La Felguera acogió el pasado viernes una charla impartida por Teresa Martínez Rodríguez, psicóloga y especialista en gerontología social. En el acto, organizado por el Centro de Día de Lada en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, participaron también Diana López, directora del centro; Arís Fuente, terapeuta ocupacional; Elisabeht Felgueroso, filóloga y Elena Moro, familiar de una paciente.

Con un tono didáctico, a medio camino de la información técnica y la divulgación, Teresa Martínez invitó al numeroso público asistente a hacer un recorrido por el tema, proponiendo una serie de ideas y reflexiones sobre la buena vida para las personas con alzheimer. Habló sobre diferentes maneras de tratar el tema, porque cuando las tareas se centran en el alzheimer, la enfermedad y los servicios son el eje, mientras que ella apuesta por un modelo de atención centrado en la individualidad, ya que «la persona debe ser el foco de atención en la enfermedad». Comentó que ese modelo no es neutro, sino que tiene ideología, «la de los valores». Parte del concepto de la dignidad porque «la persona es valiosa solo por el hecho de ser persona». Además señaló que cada individuo es único y por tanto precisa atención personalizada. Así que es necesario lograr un trato adaptado en un entorno positivo que sea cálido, alegre, tranquilo y significativo. La ponente señaló que los espacios físicos que recuerden a un hogar, producen bienestar en los pacientes y que es necesario respetar sus costumbres y rutinas agradables.

La autonomía fue otro aspecto que destacó en su intervención y comentó que es necesario hablar de ella en relación a los enfermos. No es un concepto fijo y absoluto, sino que depende de la competencia de cada persona, de cada situación y del entorno. Se puede dar incluso en personas con demencia muy severa. Se apoya en cuatro criterios. El primero es apoyar los proyectos de vida, que es la forma en que las personas nos planteamos nuestra existencia, para conseguir nuestras metas y deseos. Por eso cree que «hay que pasar de planes de cuidado a planes de atención y vida». El segundo criterio es la visibilización de la capacidad, porque aumenta la autoestima de la persona y le hace sentirse bien y porque cambia nuestra forma de ver al otro. El tercero consiste en buscar oportunidades para que la persona decida y tenga control sobre su día a día. Esa situación se da cuando la persona percibe que su conducta es capaz de modificar el entorno, de lograr cosas que satisfacen y evitan lo no deseado. Por eso para Teresa Martínez «la clave está en las cosas pequeñas». El cuarto criterio a tener en cuenta es representar a la persona que tiene un deterioro cognitivo importante, pero la psicóloga aclaró que «representar no es sustituir o decidir lo que se cree mejor, sino apoyar las decisiones que la persona habría tomado».

En definitiva, los profesionales del sector deben conocer y tener en cuenta la biografía de la persona, respetar las voluntades previamente expresadas, interesarse por los hábitos y las rutinas que les generan bienestar. Y siempre acercándose desde la observación, «la gran habilidad que deben tener los profesionales».

Teresa Martínez finalizó su intervención recordando y reivindicando el papel de los familiares que cuidan a las personas con alzheimer, porque también tienen su proyecto de vida y hay que conciliar. Por eso han de tener oportunidades para seguir participando en la atención en el Centro de Día. Elena Moro fue quien habló y reflexionó sobre el papel de las familias.

A continuación se presentaron las nuevas herramientas digitales del Centro de Día de Lada. Arís Fuente, terapeuta ocupacional del Centro de Día de Lada, fue quien diseñó la web para congregar a todos aquellos que tengan algo que decir sobre la patología. El blog «Palabras de Memoria» surgió del taller de escritura que se propuso a las familias interesadas, para la creación literaria haciendo hincapié en la utilización de la escritura para narrar experiencias personales y que fue guiado por la filóloga y escritora Elisabeth Felgueroso.