Mieres del Camino,

J. VIVAS

El estudio de los parásitos en las aves y su incidencia dentro de las diferentes especies centra uno de los proyectos de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UMIB) con sede, desde este año, en el campus de Mieres. La iniciativa, encabezada por el investigador Juan Carlos Illera y financiada por el Organismo Autónomo de Parques Naturales, estudia qué especies de aves están infectadas, qué patógenos tienen y los factores ecológicos que determinan esa infección.

Para llevar a cabo su investigación, Illera se centró en tres parques naturales, Picos de Europa, Sierra Nevada y Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma, entornos que se encuentran a una distancia entre si de hasta 3.000 kilómetros. El trabajo de campo se realizó durante la pasada primavera, estudiando poblaciones de aves tanto en la costa como en alta montaña. Además, cuenta con una dificultad añadida, ya que hay muchas diferencias entre los medios insulares (donde se ubica el parque de Caldera de Taburiente) y los continentales. De hecho, tal y como señaló el investigador, «es probable que las aves insulares estén menos infectadas, pero es algo que tendremos que probar con la investigación».

Entre las enfermedades que tienen estas aves se encuentran algunas conocidas, como la malaria, y otras menos. Sin embargo, el investigador dejó claro que esas enfermedades «no tienen nada que ver con las humanas, ni resultan contagiosos para las personas», ya que sólo afectan a las aves.

En la primera salida de campo, según explica el investigador, se capturaron unas 4.000 aves a las que se le tomó una pequeña muestra de sangre, una gota, más que suficiente para desarrollar el estudio. Además de las muestras sanguíneas, también se toman las medidas de los animales y se les coloca una anilla metálica. Todo en el mismo lugar, ya que las aves son liberadas tras esa exploración. El proyecto, tal y como explicó el investigador, también implica el muestreo de mosquitos ya que, al igual que ocurre con los humanos, son los que transmiten el patógeno a las aves.

Tras el trabajo de campo, ahora toca el de laboratorio, donde se estudian las muestras de sangre con el objetivo de detectar los parásitos. Estos análisis se desarrollan por medios moleculares, ya que a partir de la sangre obtenida se extrae el ADN de los animales, pero también el de los parásitos. El proyecto, que está dotado con 90.000 euros, terminará en 2015. De hecho, habrá un segundo muestreo en los tres parques nacionales durante el próximo año.

Juan Carlos Illera no está sólo en el proyecto, cuenta con otros tres investigadores como son Paola Laiolo, también del UMIB como científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); José Luis Tella, de la Estación Biológica de Doñana, también del CSIC; y Guillermo López, como colaborador externo.

No es ésta la única iniciativa en la que está embarcado Illera, quien lleva en la UMIB desde 2010 gracias al programa Ramón y Cajal. El investigador es doctor en Biología por la Universidad de La Laguna (Tenerife) y realizó su trabajo como investigador posdoctoral primero en el departamento de Biología de la Conservación de la Estación Biológica de Doñana, después con una beca posdoctoral del Ministerio de Educación y Ciencia en la Universidad de East Anglia, en Inglaterra; y finalmente como investigador posdoctoral en el Grupo de Ecología y Evolución en Islas, del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología, también del CSIC.

Illera también está volcado con las publicaciones divulgativas, que explican las investigaciones científicas en un lenguaje mucho más asequible que el utilizado tradicionalmente por los investigadores. Así, está a punto de publicar un artículo sobre la historia evolutiva de los herrerillos canarios para «El Indiferente», una publicación decana de la Comunidad Autónoma de Canarias que publica artículos de divulgación científica sobre ecosistemas terrestres y marinos de medios insulares, prestando especial atención a los archipiélagos macaronésicos.