Andrés VELASCO

El futuro de la empresa Coto Minero Cantábrico (CMC), propiedad de Victorino Alonso y que explota las minas de Cerredo, se ha puesto tan negro como el carbón que se extrae de sus minas. El magnate leonés ha amenazado al comité de empresa con solicitar la disolución de la compañía (en concurso de acreedores) si no aceptan un convenio colectivo similar al firmado en la otra de sus firmas, Unión Minera del Norte (Uminsa), y cuyas condiciones son sustancialmente peores que las acordadas entre el comité y los administradores concursales de CMC.

El presidente del comité, Luis María Fernández (USO), explicó que la situación ha cambiado diametralmente desde la pasada semana, cuando se había llegado a un principio de acuerdo con los administradores concursales que se iba a votar precisamente ayer. Ese pacto para un nuevo convenio colectivo recogía que los mineros verían recortados sus salarios en un 16,5% aplicable a las bases salariales del año 2012, lo que se traduce en un descenso del 11,5% en las nóminas. Además, durante la negociación también se acordó que no se aumentaría la jornada laboral de los trabajadores, que quedaría fijada en las siete horas actuales.

Para Victorino Alonso, el acuerdo entre los administradores y el comité de empresa no es suficiente para permitir la viabilidad de Coto Minero Cantábrico y ha decidido vetarlo. Un veto que puede presentar ya que pese a que la compañía se encuentra inmersa en un concurso de acreedores, los responsables últimos son los propios directivos de la firma y no los administradores concursales. Por ello, Alonso, o más concretamente los directivos de CMC, han comunicado al comité de empresa que no van a aceptar el preacuerdo al que se llegó sin su participación, y sobre la mesa han puesto una propuesta con unas condiciones muy similares a las aceptadas en Uminsa -donde la mayoría sindical está en manos del SOMA-FITAG-UGT-, y que son sustancialmente peores de las que los administradores de CMC consideraban adecuadas para salvar la empresa.

Según explicó Luis María Fernández, la propuesta de Alonso pasaría por un recorte salarial del 16,5 por ciento respecto a las tablas salariales de 2009 -en Uminsa se aprobó un recorte del 15 por ciento-, mientras que respecto a la jornada laboral el empresario leonés plantea un incremento de una hora -50 minutos en el caso de Unión Minera del Norte-. En todo caso, el responsable del comité de Coto Minero entiende que las intenciones de la empresa pasan por rebajar sus aspiraciones hasta dejar el convenio igual que en su otra compañía.

«Nos han dejado en una situación muy complicada, ya que los administradores concursales siguen diciendo que con el acuerdo al que llegamos es más que suficiente para garantizar la viabilidad de la empresa hasta diciembre», indicó Luis María Fernández, que agregó que «esperamos que el empresario nos diga ya que es exactamente lo que quiere y a donde quiere llegar».

Desde el comité de empresa de CMC se espera que sea hoy el día que los directivos de la compañía del grupo Alonso les digan a las claras cuales son sus intenciones. De hecho, se ha fijado una reunión entre ambas partes para la jornada de hoy, a las once de la mañana. Un encuentro en el que no estarán presentes los administradores concursales de Coto Minero.

Los planes de los sindicatos pasan porque una vez se clarifique la propuesta definitiva, celebrar asambleas y proceder a una votación con los trabajadores de Coto Minero, que serán en último extremo los que tengan la decisión sobre las imposiciones de Alonso.