IU exige al Ministerio de Industria que facilite la investigación del accidente del pozo Emilio del Valle "para que triunfe la justicia". Así han reaccionado desde la coalición de izquierdas tras conocer la imputación de seis personas, que incluyen a la directiva, los ingenieros y los vigilantes de la explotación sobre el incidente que terminó con la vida de seis trabajadores.

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, destacó que "el Juzgado ya reclamó, el pasado 28 de noviembre, celeridad en la entrega de informes relacionados con el suceso". "La empresa entregó el suyo a la Dirección de Minas, un escrito en el que de forma exculpatoria concluye que la causa del mortal accidente era 'imprevisible'", añadió el responsable de IU. El estudio aportado desde la compañía afirma que el suceso se produjo por el colapso de una bóveda del taller. Ese hecho provocó el hundimiento del carbón, añade el escrito, "que rellenó el espacio creado". Así se provocó, según la compañía, una desgasificación de grisú que asfixió a los mineros que estaban trabajando en la séptima planta.

Murieron en el acto. El lenense José Luis Arias, el único asturiano entre las víctimas, dejó mujer y dos hijos. Orlando González también tenía relación con Asturias, ya que tenía planes de boca con una vecina de Malveo (Lena). Carlos Pérez dejó dos hijos, de 13 y 16 años, y Manuel Moure se había estrenado como padre unas semanas antes del accidente mortal. Antonio Blanco estaba a punto de jubilarse cuando lo ahogó el grisú y Roberto Álvarez fue la víctima más joven, con 35 años. Ninguno superaba los 45 años.