La que durante años fuera la carretera más importante de comunicación entre los dos valles mineros va a tener un pequeño regalo. El alto de Santo Emiliano, que durante décadas fue la vía de unión entre Mieres y Langreo, y por ende, entre las comarcas del Caudal y del Nalón, será rehabilitada en los próximos meses, recibiendo así un lavado de cara bien merecido después de años de servicio.

La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente anunció ayer que el gobierno regional ya ha adjudicado las obras de renovación del pavimento en la carretera AS-111, que discurre por los concejos de Langreo y Mieres, a través del alto de Santo Emiliano. Los trabajos se han asignado a la UTE (unión temporal de empresas) formada por Contratas Iglesias y Ecoasfalt, por importe de 542.683 euros. El plazo máximo de ejecución de los trabajos será de siete meses, por lo que para finales de la próxima primavera, la carretera debería estar arreglada.

Desde el Gobierno autonómico han precisado que el proyecto contempla la renovación del pavimento en todo el trazado de la carretera, de 12,5 kilómetros de longitud. En la mayor parte, un total de 11 kilómetros, se aplicará un tratamiento antideslizante, utilizando para ello microaglomerado en frío. Además, el Principado también ha incluido en el proyecto de mejora de la carretera de Santo Emiliano la colocación de varios tramos de barrera de seguridad, la reposición de señales verticales y el pintado de las marcas viales.

"La obra supondrá una considerable mejora en términos de seguridad y comodidad para los usuarios y de durabilidad de la infraestructura, perteneciente a la red regional de Carreteras", aseguraron desde Infraestructuras.

Esta carretera, la de unión de las dos Cuencas, se incluía dentro del plan director de infraestructuras para la movilidad de Asturias 2015-2030 como una de las vías calificadas como "malas" o "regulares". No es la única en la que se va a actuar o se ha actuado ya. En este último grupo se sitúan un tramo de la vía Collanzo-Pelúgano, en la que el Principado hizo durante el último año una importante reforma, así como la sustitución del firme de las AS-112 entre Corigos y Cabañaquinta.

Pese a estos esfuerzos, lo cierto es que la red de carreteras regional en las comarcas mineras presenta un estado bastante mejorable. Treinta y ocho tramos en el Caudal y veintiuno en el Nalón, 59 en total, necesitan actuaciones más o menos urgentes. En total, 38 carreteras que no presentan en estado óptimo para garantizar una total seguridad de los conductores.

Llama la atención el caso de Morcín, donde el informe regional reconoce que hay hasta seis carreteras que precisan de actuaciones cuando es uno de los concejos más pequeños de las comarcas mineras, no solo en población, sino también en extensión. En todo caso, el Principado ya ha comenzado a hacer sus deberes, y espera poco a poco ir solucionando los problemas circulatorios de las Cuencas.