El centro cultural de Moreda fue el escenario de una animada charla sobre la llegada al valle del Caudal de lo que entonces se conoció como el Ferrocarril Vasco-Asturiano, lo que hoy en día conocemos como Feve. El acto, que formó parte de la programación del club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, contó como ponentes con el escritor Guillermo Fernández Lorenzo, a Celso Suárez y José Manuel García de la Asociación Cultural "Los Averinos" y con Francisco Velasco, concejal allerano de Cultura.

Abrió la ronda de intervenciones Guillermo Fernández Lorenzo, rememorando la llegada del tren al valle del Caudal, y en concreto al concejo de Aller. "Llegó con un poco de retraso sobre lo previsto, y la línea entre Figaredo y Cabañaquinta no se inauguraría hasta el 16 de julio de 1934", explicó el escritor, experto también en la historia ferroviaria. El Vasco-Asturiano se prolongaría medio año más tarde hacia la localidad de Collanzo, cubriendo la línea que actualmente utiliza Feve. "Había un proyecto para llegar a Matallana del Torío, en León, pero finalmente se descartó", recordó Fernández Lorenzo. A su juicio, este tren supuso una "auténtica revolución para el valle del Caudal". "Antes se llevaba el carbón casi en mulas, y la llegada del tren fue tremendamente importante", señaló el escritor, que en su intervención también repasó algunos sucesos, como el accidente ocurrido a mediados de los años 50, cuando una locomotora Vulcan, en concreto la número 51, perdió los frenos a la altura de Entrepeñes y fue a estrellarse en Valdegatín, dejando dos muertos en aquel accidente.

El presidente de la asociación Los Averinos, Celso Suárez, se mostró nostálgico, recordando "aquel viejo ferrocarril que nos llenaba los ojos de carbonilla y la ropa impregnada del olor a humo igual que si hubiésemos viajado sentados en la chimenea". Por su parte, José Manuel García miró más hacia el futuro, y puso sobre la mesa la necesidad de recuperar el recorrido entre Collanzo y Soto de Ribera como trazado para un tren turístico que muestre las bondades de la comarca del Caudal.

Por último, Francisco Velasco, encargado de cerrar la charla, lamentó todo el material perdido tras la desaparición de algunos tramos de aquel recorrido, ya que recordó "no había ley de Patrimonio que lo pudiera proteger".