Adrián Castro vive en Langreo, tiene 22 años y juega al fútbol como central o carrilero. Su historia sería similar a la de otros muchos jóvenes si no fuera por una diferencia: nació con una sola pierna. Esta circunstancia no supone un freno para este langreano, que disfruta de su pasión por el balompié ayudado por unas muletas y su gran destreza con la pelota. Los alumnos del colegio Sagrada Familia de El Entrego tuvieron oportunidad de comprobarlo ayer en primera persona en la charla ofrecida por Castro, que se completó con unos toques de balón junto a los escolares. "En el deporte y en la vida en general las barreras están para romperlas; es el mensaje principal que he querido transmitir a los chavales", apuntó Castro.

El deportista entrena con el Lada Langreo y forma parte de la selección de la Asociación Española de Fútbol para Amputados. La visita al centro escolar venía motivada por la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora hoy: "Desde el colegio me invitaron a venir y hablar con los alumnos y la verdad es que ha sido una experiencia impresionante. Me marcho encantado de lo que he vivido".

La visita se estructuró en dos partes, dirigidas, respectivamente a los alumnos de Primaria y a los de ESO. "En la charla he explicado a los chavales cómo ha sido mi experiencia personal y lo que me ha aportado el fútbol. Yo vine a vivir a Asturias desde León con doce años y el deporte sirvió para que me integrara muy rápido en un nuevo colegio y con nuevos amigos; fue salir al patio, que rodará el balón y sentirme como uno más". Castro también habló a los escolares de la selección española de amputados. "Es difícil que se disputen partidos internacionales con mayor asiduidad porque tenemos que buscar canales de financiación externos". Uno de los sueños del deportista langreano es que España cuente con su propia liga.

Después de los encuentros con los estudiantes llegó la hora de que rodara la pelota: "Al principio los alumnos, especialmente los de Primaria, estaban más tímidos y no me preguntaban muchas cosas; le sorprendía que pudiera jugar con una sola pierna. Sin embargo, en cuanto dimos unos cuantos toques al balón ya se animaron y comenzaron a preguntarme sobre cosas de fútbol como qué posición ocupo o qué dorsal llevo en los partidos".

Adrián Castro, que actualmente compagina el deporte con la preparación de oposiciones, remarcó ante los estudiantes que lo principal es "ser perseverante" para cumplir las metas individuales que cada uno se marca. "Les he tratado de transmitir que nunca se rindan y que, tanto en el deporte como en la vida, las barreras están para romperlas. Les he dicho que, si por ejemplo le gusta una titulación, vayan a por ello sin pensar en otras cosas. Si uno tiene un sueño debe hacer todo lo que esté en su mano para tratar de alcanzarlo".

La jornada se completó con la proyección de un video sobre Castro elaborado por el propio centro. "Una alumna me leyó una poesía que hizo sobre la charla y también me regalaron un libro con dedicatorias de los chavales. Ha sido una jornada muy emotiva y lo cierto es que me lo he pasado muy bien", concluyó el jugador langreano.