Ernesto Burgos es el arquetipo del cronista moderno. Este profesor de Historia se ha significado por su capacidad para desempolvar el pasado del municipio con un estilo que fluye entre los didáctico y lo lúdico. Sus artículos en LA NUEVA ESPAÑA se han convertidos ya en textos clásicos que muchos lectores coleccionan afanosamente.

"Supongo que represento a esa tradición de cronistas de pueblo que surgió ya en siglo XIX", apuntó ayer Ernesto Burgos. Nacido en Mieres, estamos ante un histórico militante republicano que actualmente es vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Sus ideas políticas no la han impedido destacar como historiador veraz y extremadamente pulcro a la hora de reconstruir los acontecimientos que han dado forma a la historia de Mieres. El premio que recogerá a finales de abril le llena de orgullo: "Ya fui pregonero de las fiestas de San Xuan, por lo que se puede decir que ahora ya he tocado techo", apunta con humor. "Al final yo lo único que hago es disfrutar de lo que más me gusta, de la historia, intentando acercarla a todo el mundo".