La Defensora del Pueblo reclamó al Congreso de los Diputados medidas para limitar la exposición al ruido ambiental que produce la autovía A66, que comunica las localidades de Campomanes y Oviedo, a su paso por Mieres. De este modo, Soledad Becerril da cuenta de las numerosas quejas que se han producido a lo largo de los últimos años debido al impacto sonoro de esta infraestructura y que llevaron, incluso, a la constitución de una plataforma antirruido; y cuyas quejas se elevaron hasta la Unión Europea.

El Gobierno nunca ha sido ajeno al problema, sin embargo, no ha destinado una sola partida económica para solventarlo. Los vecinos de Mieres son los más afectados por los ruidos de la autovía, pero no son los únicos, ya que también se da el mismo problema en Olloniego, que pertenece al concejo de Oviedo, así como en Pola de Lena. El ruido, como aseguraban los afectados, produce numerosos trastornos y dificultan el quehacer diario, sobre todo en las viviendas que se encuentran pegadas a la infraestructura viaria, que es la principal salida de la región.