El Ayuntamiento de Mieres ha navegado por el persistente temporal de la crisis económica sin brújula. El gobierno local de IU tomó el timón del Ayuntamiento en el verano de 2011 con un presupuesto prorrogado, diseñado en 2009 sin tener para nada en cuenta los evidentes síntomas de recesión y la rápida caída de ingresos. Casi cinco años después, sigue sin haber nueva hoja de ruta, pero el barco se mantiene a flote y, lo más curioso, es que no tiene vías de agua abiertas, cuando en 2011 parecía abocado al naufragio. Todos los indicadores señalan que las cuentas municipales están saneadas o, al menos, se encuentran estabilizadas. Se ha pasado de pagar las facturas en año y medio a tramitar pagos en dos semanas. Se acaban de abonar a la constructora Goncesco 3 millones de euros por la expropiación forzosa de tres fincas urbanas sin recurrir a los bancos y se han empezado a realizar inversiones. ¿Cómo ha sido posible con un presupuesto que lleva prorrogado seis años?

El gobierno local lleva tiempo haciendo oídos sordos a las demandas de los grupos de la oposición y del movimiento vecinal. Se han cerrado en banda y no han presentado presupuestos. Y es que ni tan siquiera han presentado una propuesta. En 2014 hicieron un amago, elaborando un borrador, pero nunca llegaron a trasladarlo a la oposición. Bailó por los despachos del gobierno local hasta acabar olvidado en un cajón. Ahora parece que sí, que finalmente en pocas semanas IU presentará su primer presupuesto en Mieres. Lo aprobarán sin problemas, gracias a su holgada mayoría absoluta, acabando con un largo periodo de calculada y muy medida "anarquía" económica.

Servicios técnicos

El gobierno local ha gestionado las cuentas municipales arropado y asesorado por los servicios técnicos del Ayuntamiento, racionalizando el control económico. El Ministerio de Hacienda fijó las pautas a seguir en 2012, con un plan de ajuste que, a efectos prácticos, ha hecho las funciones de un presupuesto. El documento económico aprobado en 2009 establecía unos gastos superiores a los 38 millones de euros. La cifra no dice gran cosa, ya que el desfase de aquel año fue millonario, entre cinco y diez millones, según quien eche los números. Y es que, entre otras cosas, se firmó una subida de la masa salarial de casi 1,5 millones y se solicitaron créditos bancarios. Sólo en cubrir las aportaciones municipales como complemento de los fondos mineros se asignaron dos millones. Esa fue la herencia, con miles de facturas en los cajones sin pagar, de la que se ha venido quejando IU. El nuevo presupuesto rondará los 34 millones, pero con el equilibrio de gastos e ingresos casi garantizado y un margen de aproximadamente un millón para inversiones. Para llegar hasta aquí, el gobierno local ha tenido que recurrir a un sin fin de modificaciones presupuestarias. El Alcalde ha venido firmando una media de dos decretos al mes para reasignar fondos de unas partidas a otras. Para mantener el equilibrio ante la caída de ingresos, se ha incrementado sensiblemente la presión fiscal, con subidas significativas en facturas como el agua. El gasto, por su parte, se ha recortado, sobre todo en salarios. El plan de ajuste conllevó una reducción en las nóminas de 1,4 millones, una medida, no obstante, que ahora pende de un hilo debido a las sentencias judiciales favorables a los trabajadores. Durante el mandato pasado las inversiones casi desaparecieron y se suprimieron casi todas las subvenciones a asociaciones.

La reclamación de judicial del grupo Goncesco, al que finalmente el Ayuntamiento ha tenido que pagar tres millones de euros por un contencioso urbanístico que se remonta treinta años en el tiempo, ha servido de escudo a IU para parapetarse durante más de cuatro años y no presentar nuevos presupuestos. La oposición argumenta que han optado por actuar así para tener las manos libres y poder manejarse lejos de los focos.

La oposición

"La falta de presupuestos es una mentira más del oscurantismo en el que se mueve el equipo de gobierno de IU; oscurantismo y opacidad que ya se denuncian en todos los frentes, incluso en aquellos en los que tan frecuentemente les han apoyado", sostiene la portavoz socialista Gloria Muñoz, haciendo referencias a las críticas surgidas desde el movimiento vecinal. "Con la expulsión de la oposición de la Junta de gobierno, de la mesa de contratación y de otros órganos de decisión, el equipo de IU puede libremente, mover partidas y decidir obras e inversiones en solitario sin contar siquiera con los propios vecino", remarca Muñoz. El PP también es muy crítico. El gobierno local está cómodo sin presupuestos, con continuas modificaciones de crédito, que ocultan su incompetencia para dar soluciones reales y mostrar sus pretensiones para con los vecinos. Actúan con oscurantismo para tapar su falta de ideas e iniciativa", apunta José Manuel Rodríguez, portavoz del PP. "El presupuesto prorrogado daña los intereses de los mierenses porque impide que haya inversiones en el concejo y que se ajuste el gasto a la realidad económica del Ayuntamiento", añade Montse palacios, de Somos.