La Asociación de Familiares de Residentes de Sotiello (Moreda, Aller) protestó ayer enérgicamente a las puertas de la sede del organismo de Establecimientos Residenciales para Ancianos en Asturias (ERA) para exigir la readmisión de la directora del centro, cesada hace algo más de una semana. Se reunieron cerca de cuarenta personas, en representación de las familias asociadas. Portaban una pancarta con el lema "Causa principal: la trabajadora. Graciela (en referencia a la gerente del ERA, Graciela Blanco), investiga o dimite". Los responsables de la entidad entregaron setecientas firmas, recogidas en Aller, que respaldan sus peticiones.

La polémica en la residencia de Sotiello empezó hace ya años. Hubo varios conflictos y, actualmente, la Fiscalía de Asturias está investigando un presunto caso de maltrato contra una residente. En los hechos, según la Asociación, está involucrada la trabajadora a la que culpan de la difícil situación. "No estamos en contra de la plantilla, sólo es un problema con una técnico y sus secuaces", aseguró ayer la presidenta de la organización, María Luisa Ramos. Añadió, rotunda, que "hemos tenido problemas con esa trabajadora desde que empezó a funcionar la residencia".

El centro de Sotiello abrió en 2013 y ya ha cambiado dos veces de dirección. El cese de la última directora ha levantado ampollas. "Queremos que nos expliquen por qué la echaron, porque nos han dicho que no cumplía los perfiles y no nos lo creemos", afirmó Ramos. La portavoz de los familiares añadió que "es buena directora, cambió la cocina y cambió las normas sobre cómo cuidar a los residentes. Siempre para bien".

La concentración se mantuvo durante algo menos de una hora y, para custodiar a los cuarenta manifestantes, hubo dos coches de Policía Local de Oviedo y una patrulla de la Policía Nacional. La presidenta de la entidad entró al edificio del ERA para entregar las firmas en el registro: "Los vecinos del concejo no sólo nos han apoyado para conseguir la readmisión de la directora, sino también porque están cansados de escuchar a algunos trabajadores decir que nuestro municipio es conflictivo. No es cierto", afirmó ayer Ramos.

La asociación reconoce que no todas las familias de residentes apoyan su visión pero, según su versión, "la mayoría son familiares de personas que no hablan o no están en condiciones de explicar el trato que reciben". En cuanto a la versión que culpa de las desavenencias a un miembro de la junta directiva de la asociación, la presidenta dejó claro que "esa persona ya ha entregado su carta de dimisión, por asuntos personales, hace meses. Es la muestra de que no es el culpable de los conflictos".