El futuro de la empresa Asturiana de Laminados (Asla), asentada en el polígono de Villallana (Lena), está asegurado por veinte años. La compañía acaba de firmar un contrato por dos décadas para suministrar material a la firma Metaltech-USA, uno de los principales negocios de distribución, transformación y fabricación de material para recubrir paneles y fachadas en el continente americano. La provisión será escalonada y alcanzará las 15.000 toneladas en los últimos años del acuerdo. En un lustro esperan suministrar ya 6.000 toneladas anuales, con una facturación media de 18 millones de euros al año.

El convenio se materializó ayer con la rúbrica del presidente de Asla, Macario Fernández, y el representante de Metaltech-USA, Nils Simonsen. El responsable de la firma asturiana destacó que "este acuerdo supone más estabilidad para Asla, una empresa que ya se ha posicionado como única en el mundo atendiendo a la calidad y las variedades de material que oferta en el mercado".

Dos valores que aprecia Nils Simonsen, aunque el factor decisivo para el acuerdo con Metaltech fue "la flexibilidad" que ofrece la planta de Villallana a la hora de adaptarse a los pedidos de sus clientes. Andrea Ramírez, abogada de la empresa americana y responsable de negocios en América Latina, señaló que "nuestros clientes vienen a nosotros para encontrar productos exclusivos que sólo podemos conseguir con empresas como ElZinc (nombre comercial de Asturiana de Laminados)". Están "muy orgullosos" de su nuevo socio asturiano, con el que esperan "posicionarse a la cabeza en el mercado internacional", tal y como señalan en su página web.

El acuerdo ha ido más allá de lo comercial. Según Nils Simonsen, "lo importante en los negocios no es siempre el mercado, los precios, también hay que tener en cuenta las relaciones. Hemos congeniado bien y tenemos una gran confianza en Macario Fernández".

Una relación que se ha estrechado durante los últimos días, con viajes por la región y una prueba de la gastronomía asturiana. "Lo que más nos gusta de Asturias es la comida y sus gentes,", destacó Ramírez. El presidente de Asla les regaló la última publicación sobre las guerras astur-cántabras, con un capítulo dedicado a la Carisa. También admiraron el buen funcionamiento de la planta de Villallana, pendiente de una ampliación que se está tramitando a contrarreloj y que amenaza con deslocalizar parte de la producción.

Puede ser en Lena o fuera, pero la carga de trabajo durante las próximas dos décadas irá incrementándose. Macario Fernández evitó hablar de la facturación total que supondrá este nuevo negocio, pero dio una pista: Metaltech comprará cada tonelada a un precio de 3.000 euros. En un lustro, con la venta de 6.000 toneladas al año, ya superarán los 18 millones.