La fuente del Güevu de Lada acaparó ayer el protagonismo durante el día grande de las fiestas de La Flor. Junto a la fuente se formaron largas colas para tomar un vaso de este agua que, como aseguran sus vecinos, tiene propiedades medicinales. La encargada de abrir la temporada para utilizar el caño, tal y como manda la tradición, fue la investigadora Inés López, que un año antes ejerció como pregonera de las fiestas.

La jornada comenzó a las once de la mañana con un pasacalles de música del país, al que siguió una hora más tarde la misa cantada por el coro Santiaguín. Más tarde fue la procesión de San Antonio, acompañada por el colectivo de baile y música tradicional "L'Enguedeyu", de Lada, y la banda de gaitas de Langreo. Tras estos actos tuvo lugar la apertura de aguas. Los vecinos se empezaron a arremolinar en el entorno de la fuente para escuchar de nuevo al coro Santiaguín, esta vez en las escaleras de la fuente, como paso previo al corte de la cinta inaugural. Ya en la fuente, Inés López señaló que "ha sido muy buena experiencia" e hizo hincapié en la labor desarrollada por los organizadores de las fiestas que "trabajan duro durante todo el año; este año había miedo por la lluvia, pero ha hecho un día espléndido".

La tradición de la fuente del Güevu se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando en Lada había un popular balneario. Hoy en día cualquiera puede acudir todo el año a esta fuente sanadora para beber de su grifo. Pero era en la segunda semana de mayo cuando antiguamente se abrían las aguas de este caño. De ahí que se incluya dentro de la programación festiva. Cuentan los miembros de la sociedad de festejos que fue una vaca herida la que descubrió el manantial. Tras mojarse con el líquido, el animal curó su mal y, desde entonces, fueron muchos los que se acercaron hasta Lada para beber de este agua, que acabó convirtiendo la localidad en un balneario.

Los actos continuaron por la tarde con un festival de canción asturiana en el que participaron Fernando Valle Roso, Marisa Valle Roso, Avelino Fernández Corte y Celestino Rozada Tamés. Los intérpretes estuvieron acompañados por el gaitero Pablo Carrera. Para poner el broche de oro había programada una verbena, en este caso a cargo de las orquestas "K-Libre" y "Europea Big Band".

Las celebraciones tocarán hoy a su fin con una gran chocolatada para los mayores a partir de las cuatro de la tarde. A las cinco se procederá al reparto del bollu, la botella de vino y el porfolio de las fiestas entre todos los socios. El bollu y la botella de vino vendrán bien para la gran jira en el prau, que será junto al campo de fútbol Guillermo Menéndez Coto.

Por la noche, a partir de las diez, se celebrará la última verbena con las orquestas "Assia" y "Waykas Family". Para finalizar, habrá una colección de fuegos artificiales a medianoche. Después seguirá la verbena hasta bien entrada la madrugada.