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Pisos similares a los que Hunosa alquila a 3,69 euros tienen rentas de más de 300

El precio de las viviendas en los mismos barrios donde la empresa posee propiedades se multiplica casi por 100 en los arriendos entre particulares

El barrio de La Joécara, donde Hunosa mantiene propiedades. J. R. SILVEIRA

La misma distribución, las mismas vistas, el mismo barrio, servicios parecidos e idéntica superficie. Pero un precio multiplicado hasta por cien. Pisos prácticamente idénticos a los que Hunosa tiene alquilados en una media de 3,69 euros mensuales, se ofertan en el mercado particular a un precio que va de los 200 a los 300 euros. En el caso de la venta, que la hullera pública fija entre 5.000 y 7.000 euros, el precio en el mercado inmobiliario se quintuplica y llega a los 30.000 euros.

La empresa pública ha anunciado que "revisará" los precios del alquiler de sus viviendas, dentro de su plan para reducir las pérdidas por el mantenimiento de su ingente patrimonio. En el inventario elaborado por los técnicos de la hullera, se han detectado precios que no se ajustan a la legislación vigente. El más alto es de 37,55 euros mensuales. El más bajo, de seis céntimos al mes. Además, en la mayoría de los casos, la empresa se hace cargo del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y los gastos de comunidad. Hunosa no podrá igualar, en ningún caso, los precios del mercado particular: el incremento de la renta está regulado por los límites legales y, además, la empresa se compromete a mantener su carácter social. Por el momento, una de las opciones que se dan a los inquilinos es comprar la casa en precios que rondan los 6.000 euros.

No habrá permisividad, eso sí, para los que estén cometiendo fraude. La hullera sospecha de la existencia de subarrendamientos en las comarcas mineras. Esto es, particulares arrendados a un precio fijado por la empresa pública que han realquilado la vivienda a un precio superior. Si se detecta algún caso, la hullera amenaza con emprender acciones legales. Ha puesto a disposición de los interesados un teléfono de contacto para informarse sobre el proceso.

Basta una búsqueda en internet para conocer los precios que se manejan en las rentas entre particulares. Un piso en el barrio Tocote de Mieres con sesenta metros cuadrados, distribuidos entre cocina, baño y dos dormitorios, tiene una renta de más de 300 euros al mes. En Santa Marina, barrio obrero donde la hullera pública tiene algunos pisos en propiedad, fijan el mismo precio para una casa de 52 metros cuadrados, con distribución similar, aunque reformada y con calefacción nueva. En el barrio langreano de La Joécara, el precio baja hasta los 200 euros mensuales por una casa de dos habitaciones y 58 metros cuadrados.

Las ventas

Precios multiplicados por cien en las rentas y hasta por cinco en las ventas. No es de extrañar que durante el proceso de enajenación de las casas vacías de la hullera pública, una primera parte del plan que ahora continúa con la revisión de alquileres, los compradores aparecieran rápido y sin dudas. En el proceso, la hullera pública vendió 69 inmuebles en menos de un año y siempre por menos de 7.000 euros.

Incomparable con la demanda de un particular por la venta de su casa en el barrio de La Joécara: 30.000 euros por una casa de dos dormitorios y un baño. 36.000 por una vivienda en Santa Marina de Mieres, 105 metros cuadrados distribuidos entre cuatro habitaciones. El mismo precio alcanza otra casa similar en el barrio Tocote, también en el núcleo urbano de la villa minera.

Las citadas viviendas en venta y alquiler pueden o no haber sido de Hunosa. La hullera pública contaba con múltiples inmuebles en los concejos de Aller, Lena, Mieres, Langreo, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Morcín y Riosa. Eran casas que ofrecían a precios muy asequibles para sus obreros, en los años de esplendor de la industria extractiva. Los precios del alquiler apenas se habían revisado, por lo que urge ponerlos al día y ajustarse a la legislación vigente.

Hunosa está enajenando sus bienes inmuebles a buen ritmo. Las operaciones de venta están dado un buen resultado. Incluso una empresa inmobiliaria llegó a interesarse en la compra de las viviendas para luego alquilarlas. Se trata de una compañía de Burgos que tenía previsto ofertar rentas sociales. La hullera también ha mantenido una negociación con el Ayuntamiento de Langreo para destinar diez pisos del barrio de La Joécara, en Sama, a viviendas de emergencia social.

La venta de las casonas de la empresa va más despacio. La hullera encontró comprador para las antiguas escuelas de Levinco (Aller), situadas en una finca de 1.000 metros cuadrados. Entre los inmuebles que se ofertan está el Chalé de los Geólogos o la finca de la Gerencia, ambas en Ujo, que en el pasado fueron sede de la dirección de la Hullera Española. La compañía recibió algunas ofertas, pero ninguna cumplió las expectativas.

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