La localidad langreana de Pampiedra se llenó ayer de artesanía y folclore con la celebración del VIII Mercáu tradicional. En los puestos hubo objetos para todos los gustos y las compras se animaron con la música de la gaita y el tambor. Los expositores abrieron al mediodía y se mantuvieron hasta la tarde, aunque la lluvia deslució en algunos momentos el encuentro.

La puesta en marcha del mercado tradicional fue una idea de la asociación de vecinos de la localidad. Hace ocho años, se comprometieron a crear una muestra de calidad. Consiguieron un buen número de artesanos dispuestos a mostrar al público su buen hacer y a vender sus productos en el pueblo langreano. Ocho ediciones después, tal y como comprobaron ayer todos los asistentes a la muestra, el mercado de Pampiedra sigue despertando la misma aceptación entre púbico y expositores.

Cuero, madera, hierro, arcilla o azabache. La oferta fue tan amplia que era fácil perderse entre tanto obsequio hecho con esmero y paciencia. En la organización de la muestra colabora también el área de Cultura del Ayuntamiento de Langreo. Los responsables del evento, con los puestos ya recogidos y las calles libres, empezarán a pensar ya en la próxima edición.