La instalación de 28 contenedores de recogida de residuos textiles y de tres minipuntos limpios componen la primera fase de aplicación del plan integral de reciclaje del Ayuntamiento de Langreo, que se pondrá en marcha la próxima semana. Las nuevas medidas detalladas en el documento persiguen la reducción de la cuantía que abona a Cogersa por la recogida de basura, que ronda los 600.000 euros anuales, junto con una mejora en la gestión ambiental, aseguró el ejecutivo municipal. Una disminución que el gobierno prevé repercutir a los vecinos con una rebaja en el importe de los recibos a medida que se incrementen los porcentajes de reciclado.

La empresa encargada de redactar el plan integral de reciclaje de Langreo entregó ayer el documento a los representantes municipales. En el estudio se han detectado las principales carencias vinculadas a la gestión de residuos en Langreo y se han propuesto medidas correctoras para mejorar las tasas de reciclaje. Entre ellas figura ampliar la recogida a nuevos tipos de residuos. Para ello se instalarán tres minipuntos limpios en dos ubicaciones aún por concretar en La Felguera y una en Sama. En ellos se recogerán ocho tipos diferentes de residuos en un solo dispositivo: tubos fluorescentes, bombillas, pilas y baterías, CD, cartuchos de tinta, pequeños residuos de aparatos electrónicos como los teléfonos móviles y tapones de corcho y de plástico.

La empresa Celtibérica de Minipuntos Limpios es la encargada de la colocación y mantenimiento de los contenedores y de la recogida de los residuos. Una iniciativa que funciona en otros municipios asturianos como Llanes, "donde el pasado año se recogieron 875 kilogramos en tres dispositivos", según aseguraron Fernando Riera y Ana Real, fundadores de la compañía. Los contenedores se instalarán a principios del próximo mes en calles transitadas de los dos distritos langreanos. Antes, en una semana, los vecinos tendrán a su disposición depósitos para la ropa. Serán 28, de los que 21 serán colocados por Humana y 7 por Cáritas.

Quinto cubo

La segunda fase del proyecto se centrará en facilitar a los ciudadanos contenedores para depositar aceite usado doméstico, que no existen actualmente en el concejo. El plan integral de reciclaje incluye también para una fase posterior un quinto cubo, el de los residuos orgánicos. "Este es un plan para continuar en los próximos mandatos, no sólo éste", afirmó Eduardo Gil, director de la consultoría ambiental Egidel, que redactó el documento.

El Ayuntamiento trabajará también para lograr una mayor concienciación de la población. En octubre se iniciará una campaña con Cogersa y una encuesta entre los vecinos sobre sus hábitos de reciclaje.