La puesta en marcha de las obras de construcción del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mieres para 2017 corre el riesgo de incumplirse. Y es que la situación política española, con un Gobierno en funciones cuyas facultades le impiden, teóricamente, ejecutar proyectos que no sean esenciales, pondría en peligro el desarrollo de los trabajos. El gobierno local de Mieres mostró ayer su temor a que el panorama estatal tenga efectos demoledores en el concejo. "No queremos ni imaginar que el desarrollo de este proyecto se demore más", aseguraron fuentes del ejecutivo local, que exigieron que se cumplan los plazos que el pasado mes de enero ofrecía el director general de la Guardia Civil en una visita a las obras de demolición del antiguo acuartelamiento.

En ese momento, tanto el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, como el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, confirmaron que el Ministerio del Interior había consignado más de 7 millones de euros para el nuevo cuartel de Mieres. Para este año 2016, estaba previsto que el Gobierno invirtiese, a través del Ministerio del Interior, una partida de 315.000 euros para modificar el proyecto, adaptándolo a las normativas de accesibilidad y a las normativas energéticas vigentes, y que habían quedado desfasadas en el documento original. El calendario de inversiones presentado por los responsables del Gobierno central recogía que para el próximo año 2017, el gasto se elevaría hasta los 1,8 millones de euros. Es precisamente en 2017 cuando debería iniciarse la obra civil. Sin embargo, el Ejecutivo central aún no ha licitado ni siquiera la modificación del proyecto -que tenía previsto hacer en junio-, algo que preocupa a los dirigentes locales de IU. "Nos preocupa que después de todo lo que se ha trabajado y con el retraso que ya lleva el cuartel, se pueda retrasar más aún", aseguraron las fuentes municipales.

La previsión de Interior dejaba a 2018 como el mayor año de gasto para desarrollo del proyecto. En total, una partida de 4,1 millones de euros para continuar los trabajos de construcción, que pasarían por levantar toda la estructura del cuartel. Por último, en 2019, la obra tendría un coste de 1,38 millones de euros para rematar los trabajos e inaugurar ya el edificio.

El cuartel de la Guardia Civil tuvo que ser desocupado a finales de 2011 después de que se detectaran problemas estructurales graves que hacían peligrar su estabilidad. Los agentes fueron trasladados al antiguo centro de Salud Sur, desde donde operan. Después de más de cuatro años, en enero pasado, se culminó con la demolición del viejo edificio. El solar de la calle Avenida de México sigue esperando por su nuevo cuartel.