La localidad riosana de L'Ará viajó ayer al Medievo sin moverse del sitio. La Asociación de Vecinos de Riosa organizó la primera feria medieval, que llenó las calles de puestos con productos artesanos. Hubo oferta para todos los gustos, desde alfarería hasta alimentación casera, pasando por joyas de azabache, productos de cosmética natural y juguetes de madera. Hubo actividades para todos los públicos, que animaron las compras desde mediodía hasta última hora de la tarde. En la imagen aparecen asistentes al mercado, en un puesto de miel artesana. Las calles se vistieron con banderas y escudos, para ambientar aún más el encuentro.