Los vecinos de Mieres están preocupados ante la reciente ola de robos que se está produciendo en la comarca, y que en los últimos días ha afectado a inmuebles públicos e incluso a casas particulares. Ante esta tesitura, la Agrupación Vecinal de Mieres se pondrá en contacto con la Guardia Civil para transmitirles su inquietud ante tales hechos y tratar de recabar información por parte de las autoridades.

El presidente del colectivo que engloba a la gran mayoría del movimiento vecinal del municipio, Arsenio Díaz Marentes, señaló que "lo cierto es que sí existe preocupación". "La misma que había en el mes de mayo, cuando pedimos que se convocara una Junta de Seguridad municipal por unos hechos parecidos". Entonces, señaló Díaz Marentes, "vino incluso el Delegado del Gobierno y nos dijo que Mieres era la ciudad más segura de Asturias y una de las más seguras de España".

Sin embargo, los últimos hechos en Santullano o Turón, unidos a los acaecidos en el concejo de Lena, han hecho saltar las alarmas en el movimiento asociativo del municipio. Por ello Arsenio Díaz Marentes explicó que como representante vecinal, tiene previsto ponerse en contacto con los responsables de la Guardia Civil para preguntarles sobre la situación. "Entendemos que nos deberían de dar alguna información para tranquilidad de nuestros vecinos", aseguró.

En todo caso, y sobre el desvalijo del colegio de Santullano, Díaz Marentes indicó que era algo que "se veían venir". "Cuando tu cierras un edificio y lo abandonas a su suerte y pasan los meses y los años, llega un momento en el que puede suceder lo que sucedió". En este sentido, reclamó tanto a las administraciones local como regional que tengan sensibilidad con los edificios que cesan su actividad, como los colegios o institutos. "Hay que tomar medidas para que este tipo de inmuebles puedan seguir albergando algún tipo de actividad cultural para que no se queden abandonados y con riesgo a ser desvalijados", aseguró Díaz Marentes. En este caso, el también presidente de la asociación de vecinos de Santa Cruz puso como ejemplo su propia localidad, donde el colectivo vecinal se hizo cargo del antiguo centro educativo para convertirlo en un centro social.