El proyecto para la reapertura de la mina Julita ha superado el último gran obstáculo que está retrasando la puesta en marcha de la actividad en el yacimiento. Tras más de un lustro de trámites, la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA) ha dado el visto bueno a la actuación. Aún quedan unos flecos pendientes pero, desde el Ayuntamiento, son optimistas: "Esperamos que el proyecto pueda arrancar a principios del próximo año", señalaron fuentes del gobierno local (IU).

El carbón, pese al lento proceso de desmantelación que está sufriendo en las comarcas mineras, sigue siendo un bien muy preciado para algunas actividades. La puesta en marcha de la mina Julita generará cerca de treinta empleos directos en un plazo medio de tiempo. Es por eso que el Ayuntamiento se unió, desde un primer momento, con los impulsores del proyecto para aligerar los trámites. La obtención de permisos ha sido complicada por la difícil ubicación de la mina: en el alto de La Cobertoria, muy cerca del espacio protegido del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. El yacimiento guarda importantes reservas de carbón coquizable (el mineral que se utiliza para la producción siderúrgica).

Hubo, por tanto, trabas medio ambientales. Tantas que se generó polémica entre el Principado de Asturias y el gobierno local. Se acusaban mutuamente de entorpecer la apertura de la mina. La administración local aseguró que el Principado ponía "trabas absurdas" al proyecto. Tras un último intercambio de documentación y cruce de acusaciones, en el mes de agosto, la CUOTA emitió un informe favorable hace un mes. El Ayuntamiento ya trabaja en resolver los trámites municipales.

No sólo el cuidado del medio ambiente despertó dudas sobre el proyecto de mina Julita, que fue explotada por última vez de forma "muy superficial" en los años 90. En plena crisis de la minería, muchos se preguntaron cómo podrá sobrevivir la actividad en la explotación. Los impulsores del proyecto explicaron que se trata de un plan de trabajo "sostenible", que no precisará de subvenciones. Será una vuelta a la minería tradicional, con extracción del mineral con martillos mecanizados. Las capas de carbón a las que proyectan acceder son verticales, por lo que los emboquilles se perforarán en varios pisos a través de la ladera de la montaña. Los hastiales de la explotación (las bases sobre las que se asentarán las galerías) son fuertes y seguros, según el proyecto técnico.

Fuentes de la sociedad de empresarios que se encargará de poner en marcha los trabajos, Coto Minero de Lena, aseguraron ayer que aún no han recibido "ningún documento" que garantice el visto bueno de la CUOTA. Es por eso que, tras más de cinco años de tramitación, se muestran escépticos: "Esperamos que esta sea ya la autorización definitiva y no tener que dar más vueltas, han sido unos años muy duros para nosotros", afirmaron.

El optimismo está mermado, pero el plan de la actuación sigue adelante. "Lo ideal sería tener ya todos los trámites listos en enero", destacaron. Pero el inicio del trabajo pasará a estar pendiente entonces de la meteorología: "Si hay mucha nieve, es imposible empezar a acceder a la mina", confirmaron. De lo contrario, pondrán la explotación en marcha "con la mayor brevedad posible".

El Ayuntamiento aplaude el importante escollo que han superado los trámites de la actuación. Destacan que los treinta empleos directos que se generarán son sólo una parte de la riqueza que mina Julita puede proporcionar al concejo de Lena. "No es sólo los trabajadores, son también los hosteleros y los comerciantes de la zona, que se beneficiarán de la presencia de operarios en el lugar", destacaron. También esperan que sea un primer paso para promover el asentamiento de población en el ámbito rural del municipio.

Al mismo tiempo que los proyectos de pequeñas explotaciones siguen adelante -hay otra en proyecto en la zona de Río Negro, en Aller-, los grandes pozos de las Cuencas van echando el cierre. El próximo en hacerlo será el emblemático pozo María Luisa, en el que Hunosa dejará de extraer carbón el próximo 30 de diciembre. A partir de ese momento, un equipo de mineros, alrededor de medio centenar, serán los encargados de ir desmantelando las instalaciones subterráneas.