Figaredo despedirá esta tarde a la abuela de la comarca del Caudal. Encarnación González falleció ayer en su domicilio del barrio de Las Vegas a los 106 años de edad. Natural de la localidad de Fueyo, núcleo cercano al alto de Cueña, casi en la divisoria con el concejo Langreo por la ruta de Rozadas de Bazuelo, nació al inicio del reinado de Alfonso XIII. Su longevidad ha sorprendido durante años a sus vecinos y allegados.

Encarnación González residió en el valle e Cuna y Cenera, concretamente en El Pedroso, antes de trasladarse definitivamente a Figaredo, localidad mierenses donde ha permanecido la mayor parte de su vida. Sus últimos años de vida los ha pasado bajo el cuidado de una de sus seis hijos, María. Hace apenas unos meses, Encarnación González aseguraba a LA NUEVA ESPAÑA que, pese a la enorme diferencia de edad, se entendía perfectamente con su bisnieta Sara, de 10 años. Afirma que la niña le alegraba las tardes. A la fallecida no le gustaba mucho ver la televisión, ya que "tiene demasiada basura". Sus problemas auditivos la impedían por su parte escuchar la radio. No es de extrañar el desapego que mostraba ante estos medios de comunicaciones. Hay que tener en cuenta que las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC One en Inglaterra en 1936. Por entonces Encarnación González ya tenía 16 años. Para cuando se comenzó a emitir en color en España, en 1972, esta mierense ya pasaba de los 60 años.

Seis hermanos

La vida de Encarnación González no fue precisamente un camino de rosas. No pudo ir a la escuela, ya que sus padres, Baltasar y Generosa, tuvieron siete hijos y a ella le correspondió cuidar a sus hermanos. Con penas 18 años se casó con Juan Soto, que era posteador en la mina. Fallecido en la década de los setenta, su mujer lo recordó siempre como un "hombre de gran inteligencia", aunque tampoco había tenido oportunidad de cursar estudios primarios. Resultaba un "manitas" para todo y gran lector de cuanto caía en sus manos. Falleció de un infarto a la edad aún temprana de sesenta y seis años.

Encarnación González ha pasado sus últimos años de vida arropada por su numerosa familia. Pese a todo, según reconocía ella misma, a última hora le pesaban los años: "No, no soy muy feliz, porque tengo mucho años que pesan y esta sordera mía no me permite disfrutar de la vida", explicaba a este diario hace menos de un año. Encarnación González será enterrada hoy en el cementerio de Mieres, situado en La Belonga. El funeral se celebrará a las cuatro de la tarde en la iglesia parroquial de Figaredo.