Luis Reyes Lucena, canario casado con una entreguina, decidió reinventarse como empresario cuando se quedó en el paro, después de trabajar 28 años por cuenta ajena en el sector turístico y dirigir una cadena hotelera en las islas. Se instaló entonces en la cuenca del Nalón y acudió al semillero de Valnalón para dar forma, junto a su cuñado Juan Miguel Agüeria, a la firma Vive-Asturias, una central de reservas que ha evolucionado hacia una empresa global de gestión turística. La sociedad, que ya da empleo a siete personas, gestiona las visitas al pozo Sotón y a los museos de Caso, diseña planes turísticos, organiza eventos y presta asesoramiento a entidades, entre otros servicios.

"Las Cuencas tienen una riqueza turística, en forma de patrimonio industrial y natural, que todavía no se ha explotado de forma conveniente. Ahora parece que empezamos a valorarlo, pero queda mucho camino por recorrer en materia de servicios e infraestructuras turísticas", argumenta Reyes, que opina que el siguiente reto es captar a más turistas extranjeros. Para este emprendedor, "ser tu propio jefe compensa, aunque es muy importante tener un buen equipo".