Que las estaciones de esquí de la Cordillera Cantábrica son un pozo de pérdidas económicas sin fondo para las administraciones es una evidencia. Cada temporada, tanto en Asturias como en León, cientos de miles de euros se van por el agujero de la nieve sin que haya un retorno para las arcas públicas. Bien es cierto que hay comarcas enteras, como la zona alta del concejo de Aller, que viven fundamentalmente del turismo blanco. Sin embargo, la acumulación de números rojos es constante. La Diputación de León quiere poner remedio y apuesta por una gestión privada en San Isidro. Una decisión que desde la provincia vecina entienden facilitaría también la unión con Fuentes de Invierno.
Las dos últimas temporadas de nieve han sido la gota que ha colmado el vaso. La falta de precipitaciones durante el inicio de la campaña, quizás la época más jugosa para los turistas, hizo que las pérdidas aumentaran. De hecho, este último curso, y aún con las cuentas sin cerrar, la Diputación de León estima en dos millones el déficit que han dejado San Isidro y Leitariegos. Es la principal razón, esgrimen en la Diputación, que ha llevado al gobierno del popular Juan Martínez Majo, a comenzar los trámites para privatizar la gestión en San Isidro, un complejo que históricamente es como la tercera estación asturiana, ya que miles de usuarios del Principado recorren sus pistas cada invierno.
Los plazos que baraja la Diputación leonesa van encaminados a poder sacar a concurso la gestión del complejo invernal antes de que termine la actual legislatura. Para ello, ya se están recabando informes técnicos y jurídicos a partir de los cuales se puedan definir las bases del concurso que tendrán que sacar para poder adjudicar la gestión. Los responsables del gobierno leonés, eso sí, han dejado claro que todavía no han comunicado formalmente con ninguna empresa para pulsar el posible interés en gestionar el enclave, que la pasada temporada recibió a más de 130.000 esquiadores. También tienen claro en la Diputación de León que la institución local será la que fije los precios de abonos y forfaits cada campaña, una medida que deberá ser ratificada en un Pleno provincial.
En el horizonte de esta privatización de la gestión de San Isidro está la unión con Fuentes de Inviernos. Tanto la Diputación de León como el Principado de Asturias coinciden en que una gestión externa podría ser la mejor fórmula para llevar a cabo esa ansiada fusión, que convertiría al complejo asturleonés en toda una referencia en el norte de España. La vertiente asturiana, en este caso, ya tiene los deberes hechos, puesto que la gestión de Fuentes de Invierno la lleva una empresa, Recrea, que si bien es pública, funciona al margen de la administración autonómica del Principado.
