En la superficie la celebración que ayer se desató en Turón resultó entretenida y gratificante, lo que en esencia se buscaba. Ahora bien, dar un paseo por este valle mierense siempre despierta sentimientos encontrados. La nostalgia, la pena e incluso el enojo salieron ayer a relucir. La marcha pasó por delante de dos pozos cerrados, San Víctor y Santa Bárbara, y transitó a poco metros del monumento a los mineros de Turón, inaugurado en 2006 en homenaje a los trabajadores que perdieron su vida en las minas del valle mierense. Cientos de nombres adornan las paredes del pesaroso enclave. El precio fue alto y la recompensa pequeña. Eso sienten en Turón.

"Es cierto que es una pena que las minas ya estén todas cerradas, pero también es un alivio para muchas familias", explicaba ayer María Antonia Vázquez, que perdió de niña a su padre por culpa de un accidente en el pozo Santo Tomás. En este caso, la muerte llegó al minero con 35 años. Una historia demasiada veces repetida. Y es que en Turón se arrancó mucho carbón. Los veteranos dicen que se llegaron a contabilizar 200 bocaminas en activo. Ahora ya no queda nada. "El problema es que se cerró todo y no hubo reindustrialización. No tenemos ni sólo empleo alternativo. Las fiestas y las marchas están muy bien, pero nos han dejado morir", apuntó irritado Manuel Gutiérrez, jubilado del pozo Figaredo. Esta queja se escuchó ayer mucho.

En Turón hubo ayer tiempo para todo. Para la reivindicación, la conversación y el disfrute. Pero sobre todo, se hizo deporte. Unos más y otros menos, pero todos se movieron. Incluso la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, se calzó sus zapatillas y cumplió con la marcha. La caminata de cinco kilómetros se realizó, por término medio, en aproximadamente una hora. Mucho más veloces fueron los participantes en la prueba de trail, que constaba de diez kilómetros y que, esta sí, tuvo un carácter competitivo. Ganó José Piqueras, con un tiempo de 36 minutos y 20 segundos. Prácticamente voló, sacando casi tres minutos al segundo clasificado, José Luis García. En féminas la primera en cruzar la meta fue Yaiza cabrera, que empleó algo más de 50 minutos. La jornada acabó con una espicha. Al menos por un día, Turón volvió a ser bullicioso.