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Los pequeños guardianes de Mieres

Escolares del Teodoro Cuesta velan por el cuidado del mobiliario y la imagen de la ciudad con una campaña interactiva de vídeos en el móvil

Arriba, Ander Ugidos y Llara Salor, durante la grabación de su vídeo. Sobre estas líneas, Ainara Rodríguez y Gabriel Garzo pegan un código QR en uno de los contenedores de Mieres. J. R. SILVEIRA

Mieres está más a salvo que nunca. Porque, desde hoy, tiene unos pequeños guardianes que velarán por el correcto mantenimiento de su imagen y de su mobiliario urbano. Ellos son los escolares del colegio Teodoro Cuesta, que acaban de poner en marcha una original campaña para erradicar los actos vandálicos. A través de códigos QR, unos "códigos de barras" que se pueden escanear con el teléfono móvil, advertirán a los vecinos del alto coste que tienen los bancos, contenedores, farolas y paredes limpias de la localidad. ¿Cómo lo harán? Con unos vídeos en los que se muestran como unos "Pepito Grillo", voces de la conciencia, para involucrar a todos en el cuidado del entorno.

Los pequeños guardianes de Mieres empezaron a trabajar a principios de curso en este original proyecto. "Primero hubo que inventariar el mobiliario urbano, dañado y en buen estado, y las pintadas que hay en la localidad", explica el director del Teodoro Cuesta, Juan Miguel Molinero. Una labor de campo en la que se involucraron todos los escolares. En las grabaciones participan doce alumnos, seis parejas para seis vídeos, en las que repasan todos los conocimientos que adquirieron sobre civismo y prevención contra el vandalismo. Y su trabajo se extendió a todas las materias. En matemáticas, por ejemplo, calcularon el precio de cada pieza del mobiliario.

"La gente que estropea bancos o contenedores no saben la cantidad de dinero que cuestan, y no se dan cuenta de que lo pagamos todos", explica Ainara Cobo. Ella y su compañero Gabriel Garzo protagonizan el vídeo sobre el cuidado de los contenedores.

El programa tiene un funcionamiento sencillo. Los vecinos sólo necesitan una aplicación en el móvil que permita la lectura de códigos QR. Habrá, desde mañana, cincuenta pegatinas con los códigos. Cuando un vecino acerque su lector a la pegatina, verá en su teléfono la grabación de los escolares. Primero un vídeo general, en el que todos los alumnos hacen su símbolo (los dedos índice, corazón y anular hacia abajo, formando la "M" de Mieres y los arcos del colegio) y gritan su lema: "Cuidemos nuestro Mieres". Luego, las grabaciones variarán en función del código que el vecino haya escaneado.

De vuelta al vídeo de Gabriel Garzo y Ainara Rodríguez, los chavales explican con claridad qué supone al bolsillo de los vecinos un daño en el contenedor: "Este contenedor tiene un precio de 600 euros". Atención con los bancos, de los que se encargan Bruno Juárez y Marwa Yayhane: "El precio oscila entre los seiscientos y los mil doscientos euros, hay que pensárselo dos veces antes de dañarlos", apunta Yayhane.

Ander Ugidos y Llara Salor conciencian sobre el cuidado del nuevo barco en el parque Jovellanos. Y Elena Solís y Darío Corralo afean una pintada en el entorno de El Batán: "(el grafitero) César Frey, que es un chico muy majo, nos explicó la diferencia entre las pintadas y los grafitis. Los grafitis son arte, son una forma de expresión que no se puede anular. Pero las pinturas son vandalismo, sin más", señala Solís. Los alumnos saldrán hoy por la ciudad para pegar el medio centenar de pegatinas: "Esperamos que los vecinos aprendan lo que nosotros hemos aprendido. Nunca romperemos nada". Palabra de pequeños guardianes.

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