"Demasiado optimista". Así calificó ayer la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, la pretensión del PP de Asturias de lograr "acortar" los plazos para abrir el centro de discapacitados Stephen Hawking de Langreo tras el verano. Varela explicó que quedan dos pasos por darse: "La contratación de los equipamientos y la tramitación de la orden ministerial que es imprescindible para que abra el centro". Sin embargo, todo depende de que haya un certificado de final de obra, y por el momento "no lo hay, por lo que no se puede seguir adelante con estos trámites".

Varela apuntó que "me gustaría mucho que el centro se pudiese abrir tras el verano", como reclamaba la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, pero "me parece muy rápido. Ojalá se pueda abrir antes de que acabe el año, pero aún faltan todos estos trámites".

La Consejera, que habló ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno del Principado, subrayó que lo que han reclamado al Gobierno central sobre el centro de discapacitados de Langreo es que "todo el personal" de atención directa "sea público". Servicios auxiliares, como la limpieza o la cocina, ya podrían ser contratados con empresas externas, y no dependerían de la administración. Este planteamiento de hacer público los servicios de atención en el centro "parece que ha tenido buena acogida por parte del Ministerio" de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, del que depende el Imserso, el organismo que tiene que poner en funcionamiento el Stephen Hawking.

Según el PP asturiano, la orden ministerial que regulará los usos del centro está en tramitación. Varela afirmó ayer que no lo puede estar hasta que haya final de obra.