El concurso público para seleccionar a la empresa encargada de derribar el viejo cuartel de la Guardia Civil de Langreo se ha cerrado con la concurrencia al proceso de una única compañía. Hoy está previsto que se celebre una Comisión de Urbanismo en la que se tratará este asunto, y en la que se dilucidará si la única empresa que se ha presentado al concurso cumple con los requisitos exigidos. En primera instancia, se le habían dado unos días para que presentase documentación adicional para poder cumplir con esta reglamentación, tal y como explicó el alcalde de Langreo, Jesús Sánchez.

En un principio, y si la compañía que opta al derribo cumple con los requisitos, tendría un mes de plazo para elaborar el proyecto y los estudios de seguridad, y dos meses más para ejecutar la actuación, es decir, tirar el edificio y desescombrar la parcela. Son, en total, un máximo de tres meses para que el edificio casi en ruinas situado en Langreo Centro desaparezca, tras muchos años de debates y polémicas políticas y judiciales. El presupuesto de las obras es de 100.000 euros.

Los trabajos van a ser contratados y gestionados por el Ayuntamiento de Langreo, pero será Sogepsa (Sociedad de Gestión y Promoción de Suelo de Asturias) la que pague las obras, en tres plazos cuatrimestrales. La propiedad del antiguo acuartelamiento acabó siendo dirimida judicialmente entre la Giese (Gestora de los Inmuebles del Ministerio del Interior) y Sogepsa. Finalmente fue la entidad asturiana la que tuvo que responsabilizarse del vetusto inmueble. El cuartel cuenta en sus instalaciones con dos tipos de construcción. Uno corresponde a las edificaciones de hormigón armado y ladrillo (los inmuebles principales de dependencias y viviendas) y otro, a los viejos cobertizos.

Las obras comenzarán con el desmantelamiento de las cubiertas de fibrocemento (uralita) ante "el riesgo de que contengan amianto", tal y como establecen las bases del concurso público. Las primeras estructuras en derribarse serán las de las viejas cocheras, y posteriormente, se procederá a ir demoliendo planta por planta. La superficie construida actualmente y que hay que tirar es de 6.457 metros cuadrados, situados en una parcela que en total ocupa 3.974 metros. Desde el gobierno local que se confía en que este proceso de contratación termine a principios del mes de agosto, para que la empresa, en unas pocas semanas, pueda hacerse cargo del cuartel e iniciar el derribo.

Una vez terminen las obras, la parcela del antiguo cuartel será cedida por Sogepsa al Ayuntamiento para que lo utilice como aparcamiento provisional durante el periodo de un año, un plazo que será prorrogable. El acuerdo, eso sí, podría quedar sin efecto en caso de que se vendiese la parcela. En caso de que hubiera algún interesado, Sogepsa daría preferencia al Consistorio "en el mismo precio y las mismas condiciones de pago" que se acordasen.