El Ayuntamiento de Aller reitera la orden de cese de actividad en el camping de La Raya. Es una polémica que empezó en 2013, tras la muerte de Silvino Cordero. Este hombre, emprendedor y adelantado a su tiempo, construyó el camping y un restaurante anexo. Lo hizo sobre terrenos municipales que, según el contrato, debían ser devueltos al Consistorio tras su fallecimiento. Los herederos mantienen, todavía hoy, las instalaciones. La orden del Ayuntamiento es rotunda: tienen que cesar la actividad antes de mediados de agosto. Los gestores han presentado un recurso contencioso-administrativo.

La orden del Ayuntamiento de Aller hace referencia a una resolución de Alcaldía dictada ya el 4 de diciembre de 2014. En ella, se exponía que los herederos debían cesar la actividad ese mismo mes. También que dejaran libre el terreno y las instalaciones, a disposición del Consistorio.

No consta, afirma la nueva resolución, que la orden fuera cumplida. Es por eso que el Ayuntamiento afirma ahora que "de persistir dicho incumplimiento, se procederá a la ejecución subsidiaria por personal municipal, siendo los costes que se generen de su cargo con independencia las sanciones que procediera imponer".

Los gestores actuales acusan al Ayuntamiento de firmar esta resolución en una fecha muy ajustada: "Justo en verano, sabiendo que los juzgados no funcionan en agosto". Presentaron el recurso el último día de julio.