Faith, una mujer de origen nigeriano que escapó de una mafia que la prostituía, vive en Mieres. En una casa de paredes desconchadas, con graves daños en la cubierta y unas ventanas que dejan pasar el frío. Su hijo enferma en esa vivienda cada invierno. Faith no puede permitirse nada mejor. Y su caso no es aislado. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Asturias denuncia un problema de "infravivienda" en las Cuencas: "Hay casas en alquiler que, simplemente, no están habitables". Para solucionarlo, reclaman a las administraciones que negocien con los bancos para poner en renta las viviendas que tienen vacías en las comarcas del Nalón y el Caudal: en los catálogos de las principales entidades bancarias aparecen 134 inmuebles en las Cuencas.

La mierense Faith dio a conocer su caso, a través de LA NUEVA ESPAÑA, hace unas semanas. Pedía al Ayuntamiento una vivienda de emergencia, que le fue denegada en primera instancia a través de un escrito. "No tenemos datos estadísticos, pero nos llama la atención la cantidad de casos de infravivienda que estamos registrando en la zona", afirmó Miguel Ángel García, uno de los portavoces de la PAH.

Viviendas en muy mal estado, "que no necesitan una reparación ligera, sino una reforma en profundidad". El de Faith no ha sido el caso "más sangrante" que han conocido en los últimos meses: "Hay casas que ni siquiera tienen los servicios básicos ni la posibilidad de instalarlos, como agua o calefacción", señaló García. Son inmuebles que los arrendadores aceptan "porque no tienen otro remedio, sólo pueden permitirse una renta muy baja".

Cada vez son más. Según el portavoz de la PAH, "hablamos, en muchos casos, de familias que han sido víctimas de una ejecución hipotecaria". Comprar otra casa es "impensable" y pagar un alquiler alto "tampoco es una opción para ellos". Y los alquileres, al menos en Mieres, mantienen el precio de antes de la crisis. Fenómeno que se produce, según los expertos, por la "escasa demanda". "Así que hay personas que tienen que aceptar lo inaceptable", aún con rentas que rondan los 100 euros.

Miguel Ángel García explicó que "enfrentarse" a los propietarios de esas casas no es una opción: "No es lo mismo luchar contra una entidad financiera que contra un particular, sabemos que la situación es difícil para todos y no podemos juzgar a las personas que arriendan estos inmuebles", afirmó. El objetivo siguen siendo los bancos: "Hay muchas casas vacías, tras procesos de ejecución hipotecaria, que podrían ocuparse a través de alquileres sociales", señaló.

Son 134 inmuebles, atendiendo a los datos de las principales entidades bancarias con presencia en la región. Los concejos cabecera de las Cuencas, Mieres y Langreo, suman 62 casas vacías en manos de los bancos. Pero el reparto no es equitativo: hay 41 inmuebles en Langreo y 21 en Mieres. San Martín del Rey Aurelio y Aller sí reparten resultados por igual: 28 viviendas en cada municipio. A la cola están Lena (6 inmuebles) y Laviana (7 viviendas). La mayoría, según el catálogo digital de las entidades bancarias, están "en buen estado" o "en muy buen estado".

Todas están a la venta, con precios que oscilan entre los 7.000 y los 50.000 euros, dependiendo de la zona, el tamaño y el estado del inmueble. Sólo uno está en alquiler: en Sama, un piso a estrenar de 78 metros cuadrados con una renta de 300 euros mensuales. "Todas las viviendas de los bancos deberían de ofertarse en alquiler y, en algunos casos, a un precio social para facilitar el acceso a la vivienda digna", señalaron desde PAH.

Los bancos no son los únicos culpables del parque de viviendas vacías en las Cuencas. Desde la PAH lamentan que "la ley no protege a arrendadores ni a arrendatarios, factor que provoca la baja demanda existente en el país". También lamentan la imagen social "negativa" que se ha extendido sobre el alquiler. Una imagen, añaden desde PAH, que no permite encontrar una salida a la crisis inmobiliaria: "Hay que tener en cuenta que no estás 'tirando' tu dinero si alquilas. Estás invirtiendo en tu libertad", afirmó Miguel Ángel García.