La línea de transporte universitario que comunica el campus de Mieres con Gijón se estrenó ayer con un éxito desigual. Si bien el primero de los viajes, que partió de la ciudad más poblada de Asturias en torno a las ocho de la mañana contó con treinta y ocho pasajeros, este número fue en descenso a medida que avanzaba la jornada. Así, en el segundo de los servicios con salida de Gijón, que llegaba a la villa a las dos y media de la tarde, fueron cinco personas. Este número se redujo a dos en el autobús que dejaba Mieres con destino a Gijón a las tres de la tarde.

La puesta en marcha de este servicio era una histórica reivindicación del campus de Mieres, que exigía estar en igualdad de condiciones con el resto de instalaciones universitarias, donde sí había transporte. Todas las veces que se había reclamado, la petición se había encontrado con la negativa del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), que no consideraba que la línea fuese viable. No fue hasta principios de este año cuando se llegó a un principio de acuerdo entre el Principado, la Universidad y el Ayuntamiento de Mieres para poner en marcha el servicio y afrontar su coste -a partes iguales- en el caso de que fuera deficitario. Aunque la línea tenía luz verde desde el primer trimestre del año, no fue hasta mediados del verano cuando el Principado confirmó su puesta en funcionamiento. Y los horarios no se conocieron hasta la semana pasada. Este retraso en la comunicación del servicio también puede ser una de las causas del desigual éxito de la línea en esta primera jornada. Aún así, aunque ayer fue el primer día de clase en el campus de Mieres, con lo que la mayor parte de los alumnos se irán incorporando en los próximos días, lo que podría contribuir a mejorar los datos de la línea con Gijón.

Entre los que ya han probado el servicio se encontraba el joven Jon Morán, que estudia primero de Geomática. "Está muy bien, y la verdad que el viaje se me ha pasado mucho más rápido de lo que esperaba", destacó. La línea también está disponible para el resto de vecinos, como Alicia Fernández, que trabaja en Mieres y aseguró que la nueva línea "me viene muy bien, porque antes era un horror de transbordos para llegar hasta la villa".