A lo largo de sus cien años de historia, el Caudal Deportivo ha contado con varios jugadores considerados mitos. Futbolistas que, defendiendo la elástica del equipo mierense, se han convertido en símbolos y han pasado más allá de ser un simple nombre en las alineaciones.

José Antonio Ruidíaz Álvarez, más conocido como "Moli", es uno de ellos, uno de esos jugadores con los que los aficionados se identifican por su lucha. Nacido el 14 de mayo de 1945, en el Riaño leonés, formó parte de la primera plantilla caudalista durante 16 temporadas y fue uno de los fijos en la defensa del Hermanos Antuña. "Moli" militó fundamentalmente en Tercera División, pero también tocó el barro de la Primera Regional con los mierenses en la temporada 1975-76 y saboreó el debut del cuadro caudalista en la Segunda B, en la temporada 1977-78.

Moli, tras pasar por el Santa Cruz y por la Agrupación Mierense, llega a los juveniles del Caudal y da el salto al primer equipo en la temporada 1962-63. Disputa varios encuentros como titular en la defensa y llama la atención del Real Oviedo.

Durante una entrevista en la campaña de su debut, reconoce que "ni originé ningún penalti, ni marqué en mi propia meta, ni me amonestó ningún árbitro por juego sucio". También admite que su ídolo es Toni. Moli es hijo de futbolista. Su padre había formado parte de otro equipo mítico en Asturias, la Deportiva Piloñesa.

Moli firma al año siguiente por el Real Oviedo, que lo cede al Vetusta. Tras pasar por el Avilés, regresa al Caudal en la temporada 1968-69, una temporada recordada en el Hermanos Antuña ya que el equipo mierense contó con cinco entrenadores distintos a lo largo de la temporada.

Desde entonces y hasta el año 1982, defenderá la elástica del Caudal dando muestras de orgullo y coraje sobre el césped. Moli también fue preseleccionado para participar con el combinado nacional amateur.

El defensa del equipo mierense también se ha visto envuelto en episodios curiosos a lo largo de su trayectoria. Por ejemplo, en un encuentro ante el Lugo, en la temporada 1974-75, fue amenazado con arma blanca por parte del presidente del equipo gallego. El máximo regidor de los rojiblancos tiró la navaja al suelo, pero tuvo que declarar en comisaría aquella tarde en la que el Caudal cayó derrotado por 1-2. "Moli" fue uno de los jugadores integrantes en la plantilla de los dos ascensos. En la temporada 1975-76 logró ascender con el Caudal a Tercera y en la campaña siguiente, con la reestructuración del fútbol español, consiguió el ascenso a Segunda B.

Tras poner fin a su carrera, al término de la temporada 1981-82 -después de 20 años en activo y 16 campañas en el Caudal Deportivo de Mieres-, el cuadro mierense decide organizarle un encuentro de homenaje. Ese choque, que cuenta con el Sporting como rival, se disputa en el Hermanos Antuña el 12 de octubre de 1982.

Ese día, el resultado es lo de menos. Por parte del Caudal, "Moli" juega por última vez con Juan Carlos, Maribona, Corbato, Gonzalo, Llanes, Cases, Tistu, Herrero, Arias, Naves, Granda, Mendoza, Guerra y Roales. Antes del encuentro, recibe distintos obsequios. El capitán acude acompañado de su esposa y su hijo. El Caudal le entrega la insignia de oro del club, además, recibe un obsequio del Ayuntamiento de Mieres, de los jugadores y exjugadores del Caudal, de multitud de peñas del equipo caudalista, de sus entrenadores, del Oviedo, del Sporting y de la Federación Asturiana. Unas muestras de cariño que dejan patente la magnitud del defensa en la historia del Caudal.

Sin embargo, el idilio del de Riaño con el Caudal no se termina con su retirada. Y es que "Moli" también será entrenador en distintos equipos del club. Llega a ser segundo técnico del equipo mierense durante la estancia de José Luis Quirós en el banquillo del Hermanos Antuña. En aquellas temporadas, al comienzo de la década de los noventa, los mierenses serán unos fijos en las promociones de ascenso a Segunda B, donde, sin embargo, no cuentan con la fortuna necesaria para dar el salto a la categoría de bronce.

También ocupará el cargo de presidente del equipo mierense. "Moli" llega al cargo en el año 1998 y dejará el sillón presidencial en 2002. El de Riaño ocupa la plaza de Álvaro Fernández y dejará su puesto a Ángel Fueyo. "Moli" se hace fuerte durante la presencia del Caudal en la categoría de bronce del fútbol español.

El exjugador, entrenador y presidente del Caudal Deportivo también es condecorado con la medalla al Mérito Deportivo de la Federación Asturiana de Fútbol. Muchos serán los homenajes posteriores para un hombre que lo ha sido todo en el conjunto mierense.

José Antonio Ruidíaz es una de esas personas que dejan huella en la historia del club. Un hombre que se ha entregado en cuerpo y alma y que ha sido uno de los artífices de que esta campaña el cuadro mierense esté celebrando su centenario.